Más de 130.000 personas han muerto en Siria, "bajo el silencio internacional", desde el inicio del conflicto en marzo de 2011 y de ellas al menos 66.000 son civiles, informó este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El organismo, con sede en Londres, aseguró que hizo un recuento desde el 18 de marzo de 2011, contando al primer muerto en la provincia de Deraa (sur), hasta el 30 de diciembre de 2013.
Entre los 66.203 civiles, hay más de 7.000 menores de edad y 4.695 mujeres mayores de 18 años.
La fecha límite para evacuar las armas químicas más peligrosas de Siria expiraba este martes, proceso que fue retrasado por la propia guerra. Dos barcos militares, una fragata noruega y un navío danés debían escoltar el arsenal químico sirio a Italia para ser destruido en el mar, pero fueron llamados el lunes desde Chipre a causa del retraso en este proceso, según un vocero militar nórdico.
La ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), encargadas de destruir dicho arsenal, ya habían anunciado el sábado que el plazo del 31 de diciembre no podría ser respetado.
Ambas mencionaron problemas de seguridad debidos al conflicto, problemas logísticos y el mal tiempo, que complicaron el transporte de las armas por parte del régimen hacia el puerto de Latakia.
Por su parte, el gobierno de Damasco señaló que las invitaciones para la conferencia de paz prevista en Ginebra, en enero, no han sido enviadas por "culpa" de la oposición, que aún no designó la delegación.
De los combatientes rebeles muertos, casi 20.000 víctimas son civiles que se han sumado a sus filas y 2.233 son desertores de las fuerzas del régimen. Además, todavía hay 2.794 cuerpos sin identificar.
Asimismo, al menos 6.913 fallecidos son combatientes del Frente Islámico de Irak y Siria y del Frente Al Nusra, de ideología yihadista radical y cuyos miembros son mayoritariamente extranjeros.
En cuanto a las fuerzas gubernamentales, el OSDH añadió que un total de 32.013 soldados perdieron la vida durante este período, en el que murieron también 19.729 combatientes de milicias cercanas al régimen, como los grupos Shabiha (milicianos del régimen) y las Fuerzas de la Defensa Nacional.
Mientras, 262 muertos pertenecen a la milicia chiíta libanesa Hezbollah, que apoya a las tropas sirias, y otros 288 fallecidos son combatientes de la misma secta llegados de otros países para apoyar al régimen del presidente Bashar Al Assad.
La fuente señaló que desde el estallido del conflicto, más de 17.000 personas han sido detenidas por el Gobierno, mientras que los grupos rebeldes han retenido a cerca de 6.000 soldados del régimen o milicias afines.
El OSDH pidió, en este informe, que se traslade el expediente de las violaciones de derechos humanos en Siria al Tribunal Penal Internacional con el objetivo de juzgar a "los asesinos del pueblo sirio" e instó, además, al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, a trabajar con seriedad para detener las matanzas en el país.
La revolución siria estalló en
, antes de convertirse en una guerra civil entre el régimen y grupos armados, que incluyen brigadas formadas por soldados desertores y organizaciones yihadistas, algunas de ellas afines a la ideología de Al Qaeda y en cuyas filas luchan combatientes extranjeros.