Rusia y Siria acaban de firmar un acuerdo por el cual el país europeo se queda con la concesión para hacer perforaciones y extraer gas y petróleo de un yacimiento submarino del Mediterráneo Oriental por el próximo cuarto de siglo, según informa El País.
El convenio no es menor. Se trata del primero de su tipo que Siria establece con una nación extranjera.
Además, se da en un contexto en el que Rusia es el principal obstáculo que tiene la comunidad internacional para sancionar al régimen de Bashar al Assad por sus permanentes masacres. Putin amenaza con vetar cualquier resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que vaya en ese sentido.
El embajador ruso en Damasco, Azamat Kulmuhametov, afirmó en declaraciones a la prensa que el acuerdo es "una prueba de las buenas relaciones" que mantienen ambos países.
Es una bocanada de aire fresco para Al Assad. No sólo por lo que significa la ratificación por los próximos 25 años de una alianza con un país poderoso, justo cuando la mayor parte del mundo le da la espalda. También porque la guerra interna le ha traído ingentes costos económicos, ya que su producción petrolera bajó un 90% desde el inicio.
La opositora Coalición Nacional Siria aseguró que el pacto es una forma de garantizar la llegada de armas rusas "para matar al pueblo sirio". Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), las exportaciones armamentísticas de Rusia a Siria han pasado de suponer el 1% al 4% en los dos años de conflicto.
El territorio a explotar tiene una superficie de 2.190 kilómetros cuadrados y se ubica entre las ciudades de Banias y Tartus, donde Rusia mantiene su última base militar en el país.
Según precisó Suleiman Abbas, ministro del Petróleo sirio, las obras serán llevadas a cabo por Soyuzneftegaz, una empresa controlada por el Banco Central de Rusia. En una primera etapa, desembolsará 15 millones de dólares para la investigación y la prospección del yacimiento. En la segunda, que es de perforación, la inversión ascenderá a 75 millones.
De todos modos, las dos partes aseguraron que, por más que los trabajos comiencen en los próximos meses, el proyecto no llegará a desarrollarse plenamente hasta dentro de muchos años.
Más muertes
En las horas posteriores a la firma del acuerdo se conoció que al menos 20 civiles, entre ellos dos niños, murieron en ataques de la aviación siria en un mercado ubicado cerca de un hospital en Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"Los bombardeos se dirigieron contra un mercado atestado donde la gente compra legumbres y electrodomésticos, lo que explica el elevado número de muertos", indicó la Comisión General de la Revolución Siria, que habló de una "masacre".
"Hay numerosos edificios destruidos, uno de los cuales se hundió", añadió esta fuente.
Según el OSDH y militantes, desde hace dos semanas el régimen de Al Asad lleva a cabo una
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