A mediados de noviembre, el gobierno nacional modificó su oferta para afrontar la deuda en default contraída con el Club de París, en un intento de salir de la encerrona en que entraron las conversaciones con los países que dirigen la economía mundial.
Según informa el diario BAE, la propuesta se reformuló secretamente y, por primera vez, el grupo de los Estados acreedores ponderó que el equipo económico encabezado por el ministro Axel Kicillof estaba "tomando en serio el asunto".
La evaluación del Club -constituido por Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, Italia, España, Holanda, entre otros- se desprende de un informe diplomático al que pudo acceder el matutino.
La oferta del Gobierno constituye un cambio significativo en lo que respecta a las negociaciones, ya que la anterior había sido considerada como inaceptable. De igual manera a su predecesora, los pagos de la deuda están condicionados a que las empresas de los países que integran el Club de París inviertan en dólares en Argentina.
"Hay razones para pensar que esta vez las autoridades argentinas están tomando seriamente sus obligaciones, a diferencia de lo ocurrido en 2010", sostiene el non-paper diplomático, que empezó a circular desde el 18 de diciembre por varias embajadas extranjeras en Buenos Aires. El escrito resume la opinión favorable de los ministerios de Finanzas que integran el Secretariado del Club.
El comentario refiere a la propuesta que se acercó hace tres años y que se discutió hasta mediados de 2013. Esta vez, lo "diferente" es que el Gobierno propuso constituir un fideicomiso en el Reino Unido con todas las divisas que giren esas empresas y empezar a pagar gradualmente con esos fondos las acreencias reclamadas por el Club, en la proporción que corresponda al monto que exige cada país acreedor.
Lo atractivo para los acreedores radica en que la cláusula no exige que cada nación garantice la llegada a la Argentina de los dólares que reclama a su vez por la deuda atrasada, sino que limita los pagos a lo que ingrese, pero sin individualizar por acreedor.
No obstante, fuentes consultadas del Ministerio de Economía por el matutino apenas advierten que se está buscando "una solución que no sea pago en efectivo ni acuerdo con supervisión del FMI, que son las únicas dos alternativas que propusieron ellos hasta ahora". Como telón de fondo están las diferencias entre el desplazado "negociador de la deuda" Hernán Lorenzino y Axel Kicillof, quien cree que las inversiones europeas se enfriaron más por la crisis del Viejo Continente que por el default con el Club.