Colombia cerró los diálogos con las FARC hasta 2014: "Nunca habíamos avanzado tanto"

Humberto de la Calle por el Gobierno, e Iván Márquez por la guerrilla, anunciaron que retomarán las conversaciones el 13 de enero, tras una mesa de sólo cuatro días en las que se continuó tratando el punto sobre drogas ilícitas

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El jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de la Calle, afirmó este viernes que nunca se había "avanzado tanto" en negociaciones de paz con la guerrilla comunista de las FARC, como en las actuales pláticas en La Habana.

"Cerramos un año de trabajo intenso y productivo en La Mesa de Conversaciones de La Habana. Habríamos querido mayores resultados, pero avanzamos. Nunca antes habíamos avanzado tanto en materia de acuerdos con las FARC como en esta ocasión", dijo De la Calle a la prensa, al cierre del decimoctavo ciclo de pláticas, las que se reanudarán el 13 de enero.

"Con toda responsabilidad y sin transmitir falsas expectativas puedo decir que los resultados hasta ahora alcanzados en materia de acuerdos en La Mesa de Conversaciones con las FARC, son importantes y esperanzadores", agregó.

Ambas partes, que buscan poner fin a un conflicto armado de medio siglo, han conseguido consenso sobre dos puntos de la agenda, desarrollo agrario (en mayo) y participación política (en noviembre), y desde fines del mes pasado discuten el tema de las drogas.

     

Los otros puntos de la agenda de las conversaciones de La Habana, que comenzaron el 19 de noviembre de 2012, son reparación de las víctimas, abandono de las armas y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo de paz.

Este es el cuarto proceso de paz entre el gobierno y las FARC. El anterior fracasó hace una década.

De la Calle dijo que los consensos logrados con la guerrilla "nos muestran que soñar con un país en paz es posible. Nos muestran que alcanzar el fin del conflicto sí es posible".

Además, resaltó el amplio apoyo internacional al proceso de paz, en el que Cuba y Noruega son garantes y Chile y Venezuela acompañantes.

"Registramos complacidos a lo largo de este año, las declaraciones de apoyo al proceso de cerca de 50 jefes de Estado, gobiernos, líderes mundiales e instituciones y organismos multilaterales. Esto nos da confianza en el camino que estamos recorriendo", expresó.

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Las demanda de la guerrilla

Por su parte, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, insistió al cierre de este "miniciclo" de cuatro días de pláticas (el más corto del proceso de paz), en que se convoque a una asamblea constituyente que refrende un eventual acuerdo de paz, algo que el gobierno de Juan Manuel Santos ha descartado de plano.

El dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, también reiteró sus críticas a la política antidrogas de Santos.

"La estrategia antidrogas del gobierno, que pone énfasis en prácticas de erradicación forzada (de cultivos ilícitos) y fumigaciones aéreas, es un fracaso", dijo Márquez a la prensa.

Durante esta ronda de conversaciones ambas partes escucharon exposiciones de expertos de Naciones Unidas y de la Universidad Nacional de Colombia, quienes -según Márquez- también criticaron la política antidrogas de Santos.

     

"Todos los estudiosos coinciden en que esta política solamente ha servido para hacerles más rentable el negocio a los narcotraficantes y banqueros corruptos, porque si bien se han reducido los cultivos, al mismo tiempo se ha aumentado su productividad, mientras crece la miseria de los campesinos cultivadores", indicó Márquez.

El jefe guerrillero pidió a Santos que avance en una reforma agraria y comience "por entregar (repartir) el millón de hectáreas de tierra que acaparó violentamente el (recientemente fallecido) paramilitar Víctor Carranza", apodado el "Zar de las Esmeraldas".

De la Calle admitió que la erradicación de cultivos ilícitos afectará a miles de familias campesinas.

"Tenemos que ser capaces como país de resolver un problema que afecta un poco más de 60.000 familias campesinas, y esperamos hacerlo en un escenario de fin del conflicto", señaló.

Las conversaciones a puertas cerradas se desarrollan en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde este viernes el presidente Raúl Castro encabezaba la sesión semestral del Parlamento cubano, de 612 miembros.

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