En total 25.000 personas murieron en el mundo en 2013 debido a estas catástrofes. Entre éstas figura el devastador tifón Haiyan en Filipinas, que costó la vida a más de 7.000 personas y fue el acontecimiento más grave del año.
La Organización Mundial de Salud (OMS) calificó con categoría 3, el nivel más elevado, el desastre provocado por Haiyan en la región central de Filipinas, donde centenares de miles de personas quedaron sin el acceso a alimentos y agua.
Hospitales de campo, médicos, medicinas y material sanitario fueron enviados al país asiático según la OMS, que equiparó la devastación causada por Haiyan a la del tsunami del Índico en 2004 o el terremoto que asoló Haití en 2010.
Este año también estuvo marcado por inundaciones en Europa central y oriental en junio, así como en la provincia canadiense de Alberta, el mismo mes.
Alemania fue el país más golpeado, porque fue la peor inundación del río Danubio en una década. Hubo miles de evacuados, y varias ciudades quedaron sin suministro eléctrico.
Por su parte, al menos tres personas murieron y más de 100 mil fueron evacuadas como saldo de las inundaciones que se produjeron en Alberta, en el sudoeste de Canadá, debido a lluvias torrenciales y el desbordamiento de los ríos Bow y Elbow.
Las compañías de seguros cubrirán daños por 44.000 millones de dólares, en su mayor parte relacionados con las inundaciones. Un monto bastante inferior al de 2012, cuando pagaron u$s81.000 millones.
publica tradicionalmente en diciembre una estimación del costo económico de las catástrofes del año que está a punto de terminar. Y la estimación es seguida en marzo por la divulgación de las cifras definitivas.
Pese a las impactantes cifras de este año, ha sido 2012 el que ha sacudido el mercado de las aseguradores. El huracán Sandy y la sequía que afecto a los Estados Unidos elevó los costos de las compañías hasta los 196.000 millones de dólares. Sólo Sandy dejó pérdidas por 80.000 millones de dólares, según los cálculos de los Estados afectados.