El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, viajó este martes a Washington para presentar sus alegatos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tras su destitución, con la confirmación del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de que acatará la decisión que adopte esa instancia internacional.
Fuentes cercanas al alcalde dijeron a la agencia EFE que Petro partirá hacia la capital estadounidense, donde está la sede de la CIDH, a la que ya ha pedido medidas cautelares, y donde permanecerá hasta el viernes para reunirse además con congresistas y defensores de los derechos humanos.
Petro viaja a Washington tras haber sido recibido hoy por el presidente Santos, quien dejó claro que mantendrá su neutralidad ante un caso que ha generado una gran controversia en Colombia.
El alcalde, del Movimiento Progresistas y exguerrillero del M-19, ganó las elecciones locales en 2011 y el pasado 9 de diciembre fue destituido por el procurador general, el ultraconservador Alejandro Ordóñez, por una supuesta mala gestión en una crisis con la basura desatada en la capital en diciembre de 2012.
Hoy, Petro le expuso al presidente su disconformidad con el fallo y le comunicó que está dispuesto a llevar el caso a todas las instancias nacionales e internacionales posibles.
Así lo explicó el alcalde a los periodistas tras casi dos horas de reunión en la Casa de Nariño, donde, según dijo, "no" pidió respaldo a Santos, al aclarar que tan sólo se limitaron a buscar "el camino con el que desde el derecho se pueda garantizar una salida de la crisis".
"No se trata de respaldo, se trata de salvar la democracia, la Constitución de 1991, los derechos y las libertades, y la convivencia entre los colombianos", insistió Petro, quien confirmó que ambos se comprometieron a "acatar" las decisiones de las altas instancias ante un eventual proceso.
Santos, por su parte, le reiteró la posición que ha mantenido desde el inicio de la crisis, que consiste en mantenerse neutral.
"No voy a tomar partido ni a favor ni en contra del alcalde ni del procurador, tomaré partido por la institucionalidad", aclaró poco antes de la reunión con Petro en una entrevista a la emisora La W.
Aún así, el mandatario declaró que si la CIDH dicta medidas cautelares en favor del alcalde está "obligado a cumplirlas".
Con la de este martes, Santos concluyó una ronda de encuentros con las partes implicadas en la crisis bogotana, después de que este lunes se reuniera por separado con Ordóñez y el fiscal general, Eduardo Montealegre, a quienes se dirigió en términos similares.
Y es que la destitución e inhabilitación por quince años para ejercer cargo público impuesta a Petro ha generado un choque entre el procurador y el fiscal general, ya que éste último considera que atenta contra la institucionalidad, además de una fuerte reacción de la comunidad internacional y protestas masivas contra el fallo.
De hecho, algunos medios colombianos aseguraron que la reunión entre Santos y Montealegre se tornó tensa cuando el fiscal le trasladó su interpretación de que el presidente tiene competencias constitucionales para frenar la destitución del alcalde bogotano.
En su mayoría, la sociedad colombiana considera que la medida contra Petro ha sido excesiva y que incluso tiene tintes políticos por tratarse de un alcalde de izquierda.
Ante esta situación y bajo esos argumentos, Gustavo Petro expondrá mañana ante la CIDH sus alegatos.