El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, reconoció que el gobierno de Nicolás Maduro está estudiando un aumento de los combustibles para que PDVSA deje de registrar pérdidas. El diario El Universal remarca que el Gobierno abona el terreno para anunciar al país el aumento de la gasolina, luego de que se diera a conocer que el subsidio actual representa pérdidas de 12.592 millones de dólares al año. La cifra, suministrada por Ramírez, se refiere al costo de producción de la gasolina y el diesel por los que "PDVSA paga para que se consuman" debido a las distorsiones en la estructura de costos y precios.
Actualmente el costo de producción de las gasolinas de 91 y 95 octanos deja pérdidas diarias de 38 millones y 86 millones de bolívares al día, mientras que el diesel implica una pérdida de 89 millones de bolívares al día. "El presidente lo que ha indicado es que debemos dar una discusión nacional de si ha llegado el momento o no de cobrar la gasolina, porque en este país no se paga por la gasolina, sino que es Petróleos de Venezuela la que paga para que echen gasolina", subrayó Ramírez.
El funcionario enseñó, el lunes, en una conferencia de prensa, informes en los que precisa que la gasolina de 95 octanos, que actualmente se vende a 9 céntimos de bolívar por litro, tiene un costo de producción al menos 28 veces superior, por lo que debería tener un valor de 2,7 bolívares por litro, de acuerdo con el periódico venezolano El Nacional.
Ramírez también admitió que el incremento no sería menor al 2,683%, aunque para cubrir el valor de producción de la gasolina de 95 octanos, el aumento tendría que ser del 2.900 por ciento. "Estamos poniendo un número importante para recuperar los costos de producción con 2,7 bolívares en la de 95 porque tiene más productos. Vamos a ver, pero es un debate que estamos dando", indicó.
En el caso de la gasolina de 91 octanos, cuya tarifa está en 7 céntimos de bolívar, el funcionario mostró una lámina en la que señala que este precio es 39 veces mayor también a un nivel que se indica en 2,7 bolívares por litro, según el artículo de El Nacional. "Debemos contar con un mecanismo para que el precio no se rezague tanto, porque una vez que eso ocurre se convierte en un problema", agregó.
La suba del precio del combustible, congelado desde hace años, trae inevitablemente el fantasma del Caracazo, en el que en 1989 una medida para subir el combustible encendió la mecha de un estallido social que causó un número aún indeterminado de muertos. Por las dudas, Ramírez se apuró en aclarar: "No estamos imponiendo ningún paquete de medidas".