La compañía canadiense Barrick Gold acordó con el gobierno de San Juan despedir a 1.500 empleados del proyecto binacional Pascua Lama a cambio de no suspender las tareas en la mina. De esta manera, la firma recortará su plantilla de 5.000 empleados a 3.500 hasta abril de 2014.
La decisión de la productora de oro más grande del planeta se inscribe en la profunda crisis en la que está sumido el emprendimiento compartido con Chile. Del otro lado de la Cordillera, las inversiones debieron suspenderse de manera definitiva luego de que la justicia trasandina falló a favor de las comunidades indígenas, que denunciaron a la canadiense por ocasionar daño ambiental con las obras. Producto del litigio, la mina estaba paralizada también en el lado argentino.
En este marco, el gobierno de San Juan le pidió a la multinacional "pasar el verano" y cesar con el envío de telegramas de despido hasta abril del año próximo. Sin embargo, fuentes del sector minero aseguraron a Infobae que la empresa no podría mantener el número de empleados. Es decir, continuarían las cesantías porque se tomó la decisión de no continuar con el proyecto.
Según informaron los funcionarios, el personal que continuará vinculado a la compañía trabajará en obras que incluyen el movimiento y la impermeabilización de suelos, manejo del agua, mantenimiento de infraestructura general y monitoreos ambientales, entre otras tareas.