Cuando las personas llegan al éxito, muchos cambian su manera de ser y pierden la humildad. Así es como mucho se habla también de las vidas lujosas que llevan los jugadores de fútbol, más aún cuando han alcanzado la Primera División o 'saltan' al extranjero. Sin embargo, siempre existe la excepción a la regla y este fin de semana ha quedado demostrado.
¿Qué sucedió y quién fue el protagonista del 'anormal' suceso? Hernán Boyero. El delantero de Argentinos Juniors, quien ya supo ser protagonista de excéntricas historias como la de su arribo a la entidad de La Paternal, demostró que sigue siendo el mismo que nació hace 33 años en Río Segundo, Córdoba.
El "Flaco", como es apodado, terminó siendo uno de los mejores futbolistas de su plantel al llegar casi de regalo desde el Blooming de Bolivia y haber anotado seis goles (quedó a cuatro del máximo artillero, César Pereyra). Pero un dato saliente, para los tiempos que corren, es lo que hizo una vez finalizado el juego.
El máximo anotador del "Bicho", una vez consumada la derrota por 2 a 1 ante Rosario Central, en vez de subirse a un lujoso auto, se dirigió a la parada del 133 para tomarse el colectivo a su casa.