El teclado para usuarios de iPhone que extrañan su BlackBerry

El Typo Keyboard, similar al de los smartphones de la canadiense, se encastra al smartphone de Apple y funciona por Bluetooth. Promete reducir los errores involuntarios al teclear y liberar hasta un 40% de espacio en la pantalla

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El Typo Keyboard, similar al de los smartphones de la canadiense, se encastra al smartphone de Apple y funciona por Bluetooth. Promete reducir los errores involuntarios al teclear y liberar hasta un 40% de espacio en la pantalla

Aun cuando ya tiene modelos completamente táctiles, como el Z10 y el Z30, BlackBerry sigue siendo tradicionalmente asociada con los teclados físicos, una característica que prefieren muchos seguidores de la marca sobre los teclados touch.

Para aquellos que optaron por pasarse al iPhone de Apple pero no dejan de extrañar el teclado de sus antiguas BlackBerry, una nueva start-up lanzó el Typo Keyboard Case para iPhone 5 y 5S que permite a los usuarios de Apple completar su teléfono con un teclado físico completo.

El teclado se encastra al iPhone como una funda plástica, con las teclas, muy similares a la disposición y estética de una BlackBerry, ubicadas en el extremo inferior.

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El accesorio funciona por Bluetooth y promete una mayor rapidez a la hora de escribir, así como reducir en  la cantidad de errores involuntarios ("typos") de los usuarios. Asimismo, según se indica en su sitio web, se libera un 40% más de la pantalla del iPhone, de 4 pulgadas.

El Typo Keyboard incorpora además teclas con retroiluminación, autocorrector, un indicador de batería y se carga completamente en menos de una hora mediante micro USB. Funciona con iPhone 5 y 5S y iOS 6 o superior. Sus dimensiones son 6,2 x 14,1 x 1 milímetros y agrega al teléfono unos 40 gramos.

El teclado se presentará oficialmente durante la edición 2014 del Consumer Electronics Show, que se realizará en enero del año próximo. Por el momento puede encargarse a través de su sitio web por u$s99.

La start-up que desarrolló el accesorio contó con la participación de Ryan Seacrest, el conductor televisivo y de radio norteamericano, que invirtió en el proyecto un millón de dólares para hacer del teclado una realidad.

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