Personal policial de Catamarca hizo llegar anoche un petitorio al secretario de Seguridad provincial, Juan Pablo Morales, exigiendo un incremento en sus haberes que lleve el sueldo mínimo a 13 mil pesos. Esta mañana desde el Gobierno les ofrecieron 8 mil pesos para el básico, pero los uniformados rechazaron la iniciativa y, mientras esperan una contrapropuesta, amenazaron con cerrar las comisarías catamarqueñas.
En este marco, la gobernadora Lucía Corpacci suspendió las clases en toda la provincia y pidió al Ejecutivo nacional que envíe 200 gendarmes para evitar posibles saqueos. En el medio, unos 200 policías irrumpieron en la Casa de Gobierno y evitaron que la mandataria abandonara el edificio. A su vez, hubo incidentes cuando llegaron efectivos de Gendarmería para desalojarlos. Según El Ancasti, hay tres uniformados heridos por detonaciones de armas de fuego.
En las imágenes se pudo ver incluso a un policía disparando su arma reglamentaria contra la Casa de Gobierno, mientras se escuchan varios estruendos.
En diálogo con TN, el periodista Luis Carreño hizo un crudo diagnóstico desde el lugar al afirmar que se produjeron "gravísimos incidentes". Aseguró que la situación podría empeorar.
Carreño precisó que el enfrentamiento comenzó a raíz del disgusto que generó en los efectivos de la fuerza provincial la llegada de efectivos de Gendarmería. Fue entonces cuando comenzaron los disparos con balas de goma y gases lacrimógenos. Incluso aseveró que un policía "sacó un arma reglamentaria e hizo disparos".
Otra periodista del mismo medio, Yemina Castellino, comentó que en la frecuencia policial escuchó: "No vamos a dejar que estos maricones (de Gendarmería) nos ganen. Que vengan de todas las comisarías y traigan las escopetas".
El diario La Unión asegura en su portal que se espera que arribe a la capital provincial un grupo de policías de las ciudades de Belén, Santa María, Fiambalá y Tinogasta, que se plegaron al reclamo. No obstante, hay una negociación abierta entre representantes de ambas partes, luego de que fracasara un intento de mediación de un sacerdote.
"Más es imposible", afirmó Corpacci tras el rechazo de su última propuesta. "No vamos a soportar ni permitir ningún acto de indisciplina de las fuerzas policiales", completó, de su lado, el ministro de Gobierno catamarqueño, Gustavo Saadi, quien está reunido en la Casa de Gobierno junto a la gobernadora y custodiado por unos 20 gendarmes.
En la ciudad hubo al menos cuatro saqueos a un local de ropa, un supermercado y dos despensas de barrio. Sólo uno de ellos terminó con personas demoradas. A su vez, hubo intentos de robo de banda a locales ubicados en la céntrica Peatonal Rivadavia. Sin embargo, la situación se apaciguó desde que la Gendarmería comenzó a custodiar los comercios, aunque el servicio de colectivo fue suspendido.
, tranquilizó Corpacci.