Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Internacional en Venezuela, suele ser calificada por la propaganda oficial como una "perversa agente de la CIA" cada vez que presenta un informe sobre el estado del país.
Desde hace unos días, participa en Berlin en el evento "Semana de los Derechos humanos" y, entre otras autoridades, llegó a reunirse con el presidente de Alemania, Joachim Gauck. "Todos han expresado su alta preocupación por lo que está sucediendo en Venezuela y, desde el martes pasado, otro tema de conversación fue el alto grado de corrupción que existe", declaró al diario español El País.
Freitas participó en la presentación del más reciente informe de Transparencia Internacional, que clasificó a Venezuela como el segundo país más corrupto de América Latina, solo por detrás de Haití.
La activista explicó que la corrupción es una enfermedad endémica en su país y que todos los políticos que se convirtieron en presidentes, después del fin de la dictadura en 1958, esgrimieron la bandera de la lucha contra la corrupción en sus discursos, incluido Hugo Chávez.
"Pero todos, cuando ocuparon el cargo, se olvidaron del combate, incluido Chávez, quien al menos tuvo el coraje de admitir que había fracasado en esa lucha", dijo de Freitas. "Lo que no dijo fue que durante su gobierno, el Estado se convirtió en el agente más corrupto de la nación. El gran campeón de la corrupción es el órgano que controla todos los recursos: el Gobierno".
"Nuestro Estado es el más poderoso, el más cerrado y el menos expuesto al escrutinio. Tampoco hay una separación de poderes real, un hecho que permite la impunidad e impide el acceso a la información", insistió.
Según Freitas, el presupuesto para el próximo año es deficitario en un 60 por ciento con respecto al de 2013, una medida diseñada por el actual gobierno para poder tener un control rígido en todas las dependencias oficiales y que le permitirá también aprobar presupuestos extras en forma discrecional.
"El presupuesto de 2013 se diseñó sobre la base de un precio de barril de petróleo a 55 dólares, pero el precio en el mercado ha sido de unos 100 dólares en los primeros nueve meses del año. Todos nos hemos preguntado adónde ha ido a parar la diferencia", dijo De Freitas. "Pues bien, ese dinero ha ido a parar a una serie de fondos creados durante el chavismo y que nadie controla, como el Fondo Nacional para el Desarrollo Nacional (Fodena). Esos fondos se manejan discrecionalmente desde la Presidencia de la República y desde el Ministerio de Energía".
"En estos años, se ha ido legalizando la opacidad, que es lo contrario de la transparencia", dijo la directora de Transparencia Internacional Venezuela. "Un solo ejemplo: pedimos información sobre los sueldos de los funcionarios y nos dijeron que era información confidencial".