El proyecto de nueva Constitución en Egipto adoptado el domingo, antes de ser sometido a referéndum para su aprobación, otorgará a las Fuerzas Armadas que derrocaron al presidente islamista electo Mohamed Mursi importantes poderes que competen de ordinario al ejecutivo, legislativo y judicial.
La nueva ley fundamental, aprobada por un comité de 50 personas, mantiene amplias prerrogativas para el ejército, entre ellas la posibilidad de juzgar en ciertos casos a civiles, algo muy criticado por los defensores de los derechos humanos.
"Hemos aprobado el proyecto" de Constitución, anunció en la televisión Amr Musa, el presidente de la comisión constituyente. "El proyecto será entregado el martes al presidente (interino) Adly Mansur", dijo, lanzando a continuación: "¡Larga vida a Egipto!".
Según la hoja de ruta, el referéndum sobre la Constitución debe llevarse a cabo antes de fin de año, pero varios dirigentes indicaron recientemente que era más probable que se realice en enero.
El ejército, que destituyó y detuvo al presidente islamista Mohamed Mursi el 3 de julio, dirige de facto el gobierno interino al que encargó, además de elaborar una nueva Constitución, organizar elecciones legislativas y presidenciales en 2014.
Este domingo la policía disparó granadas lacrimógenas para dispersar a más de 2.000 estudiantes que se manifestaban en la plaza Tahrir de El Cairo contra la destitución de Mohamed Mursi.
Se trata de la primera manifestación islamista desde el derrocamiento de Mursi el pasado 3 de julio en esta emblemática plaza de la capital egipcia, epicentro de la revuelta que forzó la caída de Hosni Mubarak del poder a principios de 2011.
Los estudiantes gritaron "abajo el régimen militar" y denunciaron un "golpe de Estado militar" en contra del primer presidente elegido democráticamente del país.
También retomaron la consigna "el pueblo quiere la caída del régimen", muy utilizado durante de 2011, informó el periodista.
Desde su destitución y su detención el 3 de julio, los partidarios de Mursi llaman casi a diario a manifestarse, a pesar de la represión que ha dejado más de 1.000 muertos.
Miles de islamistas han sido también detenidos, entre ellos casi la totalidad de los dirigentes de los Hermanos Musulmanes, que, al igual que Mursi, están siendo juzgados por "incitación al asesinato" de manifestantes.
El proyecto de Constitución prevé que ni el Parlamento ni el gobierno tendrán derecho a controlar el presupuesto del ejército, como es el caso ya desde hace unos 40 años.