¿Qué pasa con las petroleras en América Latina? En los últimos años se ha visto un comportamiento irregular del sector energético en la región. Argentina y Venezuela han registrado una fuerte merma en su capacidad de producción petrolera, mientras que México y Brasil, los dos actores fuertes de la región, afrontan grandes oportunidades aunque no logran despegar definitivamente.
En el caso de Argentina, el gobierno de Cristina Kirchner reestatizó en marzo de 2012 la petrolera YPF, luego de 14 años de gestión del grupo español Repsol. El mayor índice de producción de petróleo que registró el país fue precisamente en 1998, año en que Repsol adquirió el 97,8% de las acciones de la empresa, con 190 millones de barriles. Mientras que en lo que respecta a la producción de gas, materia en la que Argentina es el tercer país del mundo en reservas detrás de China y Estados Unidos, el mayor registro de actividad se dio en 2004, con 705 mil millones de pies cúbicos.
Si bien durante este año y medio el gobierno argentino ha logrado cuadruplicar los pozos de exploración, y aumentar la perforación, su principal déficit radica en la falta de inversión extranjera y la escasez de fondos locales.
En ese sentido, Argentina mantuvo una posición similar a la de Venezuela. Nelson Hernández, especialista y analista en temas energéticos y petrolíferos, remarca que el gobierno argentino "quizás ha visto lo que hizo Venezuela en haber sacado a las transnacionales entre los años 2005 y 2007".
Por eso, el analista venezolano celebra el acuerdo logrado por YPF con la petrolera norteamericana Chevron para la exploración del yacimiento Vaca Muerta. "Es la oportunidad que tiene Argentina. El gas va a ser el hidrocarburo o la energía de transición hasta buscar nuevas fuentes de energía distintas a las fósiles, y esa oportunidad Argentina no la debe perder, a menos que las políticas de ciertos gobernantes vuelvan a impedir que esto se desarrolle", enfatiza Hernández.
Por su parte, la analista en políticas energéticas del Instituto de las Américas, Alexis Arthur, sostiene que el mayor problema de Argentina es su falta de "seguridad jurídica".
En tanto, Hernández explica que Pdvsa (Petróleo de Venezuela), la mayor petrolera del país, quedó exclusivamente en manos del Estado luego de la retirada de compañías extranjeras entre los años 2005 y 2007. Asimismo, la estatal venezolana supo ser una de las grandes productoras de petróleo del mundo, incluso posee las mayores reservas petrolíferas (en 2011 sumó 296.500 millones de barriles). Sin embargo, sus políticas de aislamiento perjudicaron sensiblemente a la empresa, que en lo que va del año registra un endeudamiento cercano a los 41 mil millones de dólares.
Esto último llevó a una caída en la producción diaria de barriles de crudo. El gobierno chavista se había trazado para este 2013 llegar a 3.5 millones de barriles diarios. No obstante, hoy en día apenas alcanza los 3 millones.
"La problemática es el régimen de política que está aplicando el gobierno venezolano, que va contra la propiedad privada", precisó Hernández. Y agregó: "Esto es una consecuencia del mal uso y de las malas políticas o de la soberbia de un presidente".
Diferente es la realidad que viven Pemex (Petróleos Mexicanos) y la brasileña Petrobras, las dos petroleras más grandes de América Latina.
El 38% de la petrolera brasileña está en manos del Estado, mientras que el resto es propiedad de distintas compañías privadas. En 2009 alcanzó una gran explosión, al convertirse en la mayor empresa de la región, superando en sus ventas a los otros dos gigantes regionales: Pemex y Pdvsa.
"Petrobras hasta no hace mucho fue una empresa del Estado, que luego incentivó la participación privada y se fue a la Bolsa; y ahora el 30-40% de las acciones de Petrobras están en la Bolsa de Nueva York. Eso permite que existen otros actores interesados en que esto se desarrolle", explicó Hernández.
Durante el primer trimestre de este 2013, Petrobras registró una caída en su producción con respecto al mismo período de 2012, con 1,910 millones de barriles diarios frente a los 1,970 millones del año anterior. Mientras que a lo largo de este año promedió una producción de 2 millones de barriles diarios.
No obstante, Hernández asegura que esta caída "estaba prevista" y no duda en que "Petrobras es la empresa más adelantada en términos de desarrollo y tiene recursos suficientes, tanto energéticos como financieros, para enfrentar el desarrollo".
Por su parte, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto impulsó este año un paquete de medidas, entre las cuales se destaca la reforma energética. A través de esa iniciativa, el Ejecutivo busca terminar con más de 100 años de control total sobre la petrolera Pemex, que a partir de este año podrá incorporar capitales extranjeros.
En el último año México obtuvo ingresos récord por 126 mil millones de dólares, mientras que la producción de crudo de este 2013 es de 2.5 millones de barriles diarios. En esa línea, a pesar de las críticas de la oposición por esta reforma, el gobierno mexicano busca impulsar aún más el desarrollo petrolero para posicionarse a futuro como uno de los principales actores en la materia.
Sin embargo, en los últimos meses generó mucha controversia la implementación de esta reforma. En ese sentido, Hernández sostuvo: "México tiene una problemática política. Después de 100 años, se están dando cuenta de que la política de nacionalismo que aplicó no le dio resultado. Sin embargo, a nivel técnico sí está claro, pero a nivel político no está claro de cómo hacer para que entren las empresas majors en el desarrollo del petróleo mexicano".
En todos los casos mencionados podemos trazar como característica en común en que todas las petroleras fueron o son controladas por sus respectivos Estados. Sin embargo, queda evidenciado que dicha intervención no ha sido suficiente para desarrollar un crecimiento sostenido.
No obstante, el analista venezolano considera que el crecimiento de una empresa petrolera es independiente de si sus accionistas son empresas privadas o el propio Estado. Lo que apunta el especialista es la importancia de las políticas implementadas. "Hay empresas estatizadas que son exitosas. O sea, el problema a veces no es que sean del Estado, a veces el problema radica en las políticas que toman los gobernantes para esas empresas", analizó.
Y concluyó: "El problema está en que cuando te transformas en un nacionalista a ultranza, que te olvidas de que no puedes actuar solo en este mundo globalizado. Y eso es lo que ha ocurrido en América Latina".