El ejército sirio bombardeó el viernes una de las últimas localidades en manos de los insurgentes en el marco de su ofensiva para recuperar la región de Qalamun, al norte de Damasco, en la frontera con Líbano, indicó una ONG siria. Decenas de civiles murieron como resultado del ataque, según denunciaron grupos rebeldes.
Las tropas del régimen, que tratan de asfixiar a los rebeldes que tomaron posición alrededor de la capital, habían recuperado la víspera la localidad de Deir Atiya después de ocupar la de Qara el 19 de noviembre, y ahora avanzan en la localidad de Nabak para extender su control a toda la región de Qalamun, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Según una fuente de la seguridad siria, si Nabak fuese ocupada no quedarían más que la localidad de Yabrud y algunas aldeas para que toda la región situada a 70 km al norte de Damasco cayera en poder del ejército.
Los militares quieren recuperar la región para garantizar una continuidad territorial bajo su control en las provincias de Damasco y Homs, más al norte.
Qalamun, a poca distancia de la frontera libanesa, donde se encuentran los depósitos de armas, constituye la retaguardia de los rebeldes para rodear a la capital y controlar el acceso a la estratégica autopista Damasco-Homs.
Según el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahman, "violentos combates tienen lugar en el frente de Nabak, donde las fuerzas del régimen entraron el jueves apoyadas por los combatientes del Hezbollah libanés" para desalojar a los insurgentes.
Con esta ofensiva, el régimen de
, que se apoya en Hezbollah y en milicianos chiitas iraquíes, quiere llegar
, bloqueando así la exigencia de los opositores de que deje el poder.