Terremoto cerca de una planta nuclear en Irán: siete muertos

Un sismo de 5,6 grados sacudió el suroeste de la nación persa y causó temor por el estado de la central de Bushehr. Datos oficiales agregan 30 heridos. Ocurre a días de firmar el acuerdo por su programa energético

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Un terremoto de 5,6 grados en la escala de Richter sacudió, este jueves, el suroeste de Irán, cerca de la ciudad de Bushehr, donde se encuentra la única planta nuclear que hay en el país gobernado por Hasan Rohani.

"Hasta ahora hubo siete muertos y 30 heridos que fueron hospitalizados", declaró el jefe de la organización de gestión de crisis, Hasan Ghadami, citado por la agencia estatal de noticias IRNA.

Alireza Jorani, gobernador de la provincia de Dashtestan, informó de "casas y postes eléctricos dañados" y añadió que equipos de rescate fueron desplegados en la zona.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el sismo tuvo lugar a las 13:50 GMT, a unos 60 kilómetros al noreste de esa ciudad, con una profundidad de apenas 16 kilómetros.

La central nuclear de Bushehr es considerada la primera construida en Oriente Medio y la segunda instalación nuclear en la región, tras el Centro de Investigación Nuclear del Néguev, en Dimona (Israel).

Los países árabes del Golfo han mostrado su preocupación en varias ocasiones por la fiabilidad de la central de Bushehr y los riesgos de contaminación radiactiva en caso de accidente o de un gran sismo.

La planta, cuya construcción se ha prolongado durante décadas debido a la oposición occidental, fue puesta en funcionamiento en agosto de 2010 y conectada a la red eléctrica nacional de Irán un mes más tarde, a una potencia de unos 60 megavatios.

Irán comenzó a construir esa central nuclear en la década de 1970 con ayuda alemana, pero el proyecto se interrumpió por el triunfo de la Revolución Islámica, que en 1979 depuso al último sha persa, Mohamed Reza Pahlevi.

El fin de semana pasado, Irán alcanzó un acuerdo temporal sobre su programa nuclear con el G5+1 por el que se compromete a paralizarlo durante seis meses para demostrar que su fin no es la construcción de un arma nuclear.

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