El Gobierno busca poner un tope a las paritarias, pero los gremios ya advierten que pedirán 25% o más

En la mesa de diálogo con empresarios y sindicalistas, Jorge Capitanich empezó a esbozar la idea de un acuerdo que modere las subas de precios y salarios y las sitúe en torno al 18%. Sin embargo, desde la CGT oficialista ya anticiparon que no aceptarán una cifra menor a la inflación de este año

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 Nicolás Stulberg 162
Nicolás Stulberg 162

Apenas asumido su puesto como nuevo jefe de Gabinete, Jorge Capitanich convocó a una mesa de diálogo tripartita entre el Gobierno, los gremios y los empresarios. La intención, aunque aún no haya sido comunicada oficialmente, es poner un tope tanto a las subas de precios como a los reclamos salariales para así contener la inflación.

Según consigna el diario Ámbito Financiero, la intención es llevar la inflación a un máximo de entre 15% y 18 por ciento. Para eso, la intención del ahora ex gobernador de Chaco es que todas las compañías que forman parte de las cadenas de valor de los productos se comprometan a fijar una pauta anual de incrementos de no más del 15 por ciento. Los sindicatos, en tanto, deberían aceptar subas salariales por el mismo porcentaje, con un techo máximo de 18 por ciento.

Sin embargo, la misión ya presenta sus primeros obstáculos. Cuando falta poco más de un mes para el fin de año, distintos gremios comenzaron a reclamar bonos de fin de año que van desde los $2.000 hasta los $4.000 debido a las últimas subas de precios que, según alegan, superaron ampliamente las subas salariales logradas este año.

Ante esta perspectiva, parece difícil que los sindicatos estén dispuestos a moderar sus reclamos. Desde la propia CGT oficialista advirtieron que no aceptarán subas que estén por debajo de los aumentos que hubo este año. "No vamos a aceptar un tope salarial por debajo de la inflación, del 25 al 26 por ciento", anticipó al diario Ámbito Financiero el titular de la Asociación Obrera Textil, Jorge Lobais.

De todas formas, el dirigente gremial aclaró que "no hay problema en buscar un cauce para los precios y los salarios, siempre y cuando exista un compromiso serio de parte de los empresarios".

Por su parte, el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, anticipó días atrás: "Va a ser un año difícil, con conflictos. Ojalá no los haya, pero como está terminando este año, en que ya están preanunciando adelanto de vacaciones, suspensiones y despidos, puede convertirse en un año difícil. Sólo hay que ver lo que está pasando: estamos en una situación de bronca contenida, de falta de respuestas del Gobierno".

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