Israel expresó un enérgico rechazo al acuerdo alcanzado por las potencias del G5+1 e Irán, el último fin de semana en Ginebra. Por eso, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que este lunes su consejero de seguridad nacional viajará expresamente a Estados Unidos para discutir sobre el pacto nuclear con Teherán.
"Ayer hablé con el presidente Obama y nos pusimos de acuerdo en que en los próximos días una delegación dirigida por el consejero de seguridad nacional Yossi Cohen viaje a Estados Unidos para discutir sobre el acuerdo final con Irán", declaró Netanyahu en el Parlamento israelí.
A su vez, el mandatario manifestó que el pacto "deberá alcanzar un resultado: el desmantelamiento de las capacidades militares nucleares de Irán".
"Los dirigentes de Irán ratificaron su empeño en destruir al Estado de Israel y, por lo tanto, yo ratifico nuestro empeño en impedirles conseguir el potencial necesario para hacerlo", agregó.
Por su parte, el canciller iraní aseguró que el acuerdo de Ginebra preservará el programa nuclear. "La estructura del programa nuclear de Irán ha sido preservada durante las negociaciones y la de las sanciones se ha pulverizado", declaró Javad Zarif durante una reunión de científicos en Teherán, indicó la prensa.
El acuerdo de seis meses alcanzado el domingo, tras cinco días de intensas negociaciones, limita las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones impuestas al país persa.
Este acuerdo provisional debe conducir a una solución global que garantice que el programa nuclear iraní es exclusivamente pacífico.
Por su parte, Javad Zarif, que fue recibido como un héroe a su regreso a Teherán, el domingo por la tarde, repitió que el acuerdo incluye el derecho de Irán al enriquecimiento de uranio en su suelo -la cuestión que más preocupa a Occidente-, aunque no aparezca escrito en el texto, al contrario de lo que afirma Estados Unidos.
"¿Acaso el derecho de tener una central nuclear o un reactor está escrito en el texto?", sostuvo el canciller iraní, citado por la agencia Irna.
"En general, los derechos (de un país) no necesitan estar reconocidos y los otros países deben respetarlos", concluyó.