Después de varios idas y vueltas, y de fuegos cruzados, finalmente las potencias del G5+1 llegaron a un acuerdo con Irán por su controvertido programa nuclear, en Ginebra. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que a partir de aquí se abren las puertas hacia un mundo "más seguro".
"Logramos un acuerdo en las conversaciones del grupo 5+1" con Irán, dijo en la madrugada de este domingo la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, tras una maratónica ronda de negociaciones que comenzó el miércoles entre representantes de Teherán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia- más Alemania.
El grupo 5+1 e Irán alcanzaron una cantidad de puntos de acuerdo iniciales que suspenden el progreso del programa nuclear de Teherán, indicó la Casa Blanca en un comunicado. "Estos son los primeros límites significativos que Irán aceptó sobre su programa atómico en casi una década", destaca el escrito.
Este viernes y sábado se unieron a las conversaciones los ministros de Relaciones Exteriores de los países involucrados.
Según fuentes iraníes, Teherán aceptó suspender parte de su programa nuclear a cambio de una flexibilización de las sanciones económicas.
Tras el anuncio del acuerdo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca: "Hoy, Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, dio un importante primer paso hacia una solución amplia que resuelva nuestras inquietudes respecto del programa nuclear de Irán".
Sin embargo, dejó claro que se trata de un "primer paso" y advirtió de que la comunidad internacional seguirá vigilando a Teherán.
En un claro mensaje al Congreso estadounidense al que en las últimas semanas la Casa Blanca tuvo que convencer arduamente para que no impusiera nuevas sanciones, Obama subrayó que "ahora no es el momento para aprobar más sanciones" porque ello "haría descarrilar este prometedor primer paso".
En similares términos se expresó su secretario de Estado, John Kerry, quien había viajado de urgencia a Ginebra para ultimar el acuerdo. Este "primer paso hace que el mundo sea más seguro. Ahora queda más trabajo", tuiteó desde la ciudad suiza.
En tanto, el presidente iraní, Hasan Rohaní, se expresó también en su cuenta de Twitter y dijo que el pueblo de la república islámica está a favor del "compromiso constructivo" para abrir "nuevos horizontes"
Occidente sospecha de que bajo el pretexto de desarrollar un programa atómico con fines civiles, el gobierno iraní busca la fabricación de armas nucleares.
El grupo 5+1 e Irán también discutieron el marco general de una solución amplia que limitará el programa nuclear del país asiático a largo plazo y permitirá que la comunidad internacional pueda verificar que las actividades atómicas de Teherán tienen exclusivamente fines pacíficos, indicó la Casa Blanca.
El plan, explicado por Kerry
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, afirmó que, gracias al acuerdo alcanzado hoy con Irán, dentro de seis meses este país no contará con más reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento, las que serán diluidas en su totalidad.
"Esto significa que los 200 kilos de uranio enriquecido al 20 por ciento (que la república islámica posee actualmente) quedarán en cero en seis meses", explicó en una conferencia de prensa, momentos después de sellarse el acuerdo en una breve ceremonia en la sede de la ONU en Ginebra.
Kerry explicó que Irán aceptó también suspender "todo el enriquecimiento (de uranio) por encima del 5 por ciento" y ha garantizado que "no aumentará sus reservas de 3,5 por ciento o uranio enriquecido a bajo nivel" en el periodo en cuestión.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo que todo ello "no significa que (Irán) tiene derecho a enriquecer uranio. A pesar de los comentarios que se hacen al respecto, esto no está en el documento".
Agregó que el programa nuclear de Irán con fines estrictamente pacíficos "estará sujeto a negociaciones (posteriores) y a un acuerdo mutuo, y sólo entonces veremos si el enriquecimiento podrá hacerse".
"Esto se decidirá en el curso de la (próxima fase de la) negociación", indicó.
Asimismo, el secretario de Estado anunció que se pondrán en marcha mecanismos de control "sin precedentes" del programa nuclear iraní, con "accesos diarios" de mecanismos de verificación a todas las instalaciones nucleares.
"Esto garantizará que el programa será sometido a mecanismos de vigilancia que la comunidad internacional jamás tuvo antes", comentó.
Otro de los compromisos destacados por Kerry fue que el reactor nuclear de Arak -en construcción- no será puesto a funcionar durante el periodo de vigencia del acuerdo.
Tampoco se construirán más instalaciones de enriquecimiento y no se fabricarán más centrifugadoras, más allá de las que estén averiadas y deban ser reemplazadas.
Kerry destacó que en el acuerdo conseguido se están tomando "pasos serios" para responder a todas las dudas internacionales sobre el verdadero propósito del desarrollo de la tecnología nuclear por parte de Irán.
Enfatizó, no obstante, que éste es sólo "el primer paso que conducirá al objetivo final de llegar a un acuerdo integral en favor de un mundo más seguro".
Kerry indicó que, a cambio de las "significativas" concesiones que ha hecho Irán, se aliviarán las sanciones económicas que sufre, aunque "de forma limitada y reversible".
Uno de los elementos centrales es que Irán podrá repatriar u$s 4.200 millones procedentes de las exportaciones de petróleo y que están bloqueados en bancos extranjeros.
El país también podrá obtener u$s1.500 millones adicionales por exportaciones de productos petroquímicos y automotrices, gracias al alivio parcial de las sanciones.
Kerry fue enfático al señalar que las sanciones continuarán teniendo un fuerte efecto sobre la economía iraní, que dejará de ganar u$s25.000 millones -o u$s4.000 millones mensuales- durante los seis meses de aplicación de este acuerdo preliminar.
Esos montos están calculados con respecto a los ingresos que el país obtenía antes de la aplicación de las sanciones.