El proyecto de ley que presentó el Poder Ejecutivo prevé un impuesto de 50% para aquellos automóviles que, sin considerar las cargas, superen los $170.000. La medida atiende a "la capacidad contributiva de los consumidores de este tipo de bienes, propendiendo a una mayor equidad contributiva y respetando el principio constitucional de igualdad", indican los argumentos.
"Eso no va a tener un cambio sustancial en estos meses. La decisión de compra por ahí se va a alargar", consideró el presidente de la Cámara del Comercio Automotriz, Alberto Príncipe, quien también consideró que se debe esperar a que el Congreso defina si "la base imponible serán 170 mil pesos, menos o más".
Para el empresario, a pesar del aumento impositivo, "la intención de compra sigue". En ese sentido, destacó que "este es un país enorme que tiene necesidades de traslado".
En declaraciones a Radio 10, Príncipe remarcó sin embargo que al país "entran muchos autos que están aplicados a trabajos específicos como la parte agropecuaria, la minería, se trata de vehículos no de uso suntuario sino de necesidad para la actividad específica que desarrollan".
Si bien reconoció que "en principio esto va a ser un impacto", dijo que no prevé "un cambio sustancial en estos meses" a partir de la aprobación del aumento impositivo.
El proyecto establece una alícuota del 50% sobre los automóviles concebidos para el transporte de personas (excluidos los autobuses, colectivos) los preparados para acampar y los chasis con motor y motores para los vehículos precedentes. En estos casos, el precio sin impuestos es superior a $170.000 y el valor de mercado es actualmente mayor a $236.700.
Hasta la actualidad, autos de lujo eran los vehículos que se venden al público a más de $190.000, los cuales pagan por ahora una alícuota de 10% para los nafteros y 12,5% para los diesel.
El persistente aumento de precios y la escalada del dólar paralelo potenciaron las ventas de automóviles de alta gama, con incrementos interanuales de hasta 140 por ciento en las marcas m s reconocidas. Los vehículos de firmas exclusivas son vistos como una forma de resguardar el valor por los ahorristas de alto poder adquisitivo.