La "Bolivianita", una piedra semipreciosa, parece confirmar el viejo adagio de que "nadie es profeta en su tierra". En efecto, conquistó el mercado externo y causó sensación en el mundo, pero se mantiene desconocida en Bolivia, único lugar del planeta en el que se encuentra la gema.
Se trata de una piedra que resulta de una fusión de la amatista con el citrino, cuyos colores abarcan una gama que va del amarillo al violeta y que se extrae de yacimientos de Santa Cruz, en el oriente, y Tarija, en los valles del sur.
Según Jorge Guzmán, dueño de una de las mayores joyerías del país, "es una gema que ha conquistado el interés internacional rápidamente, pero lo más paradójico es que recién está generando una demanda interesante en Bolivia".
Un quilate de la "Bolivianita" en el mercado local cuesta dos dólares, pero su precio se quintuplica en el exterior, según Rodolfo Meyer, dueño de la mayor empresa exportadora del rubro.
Por ahora, los principales mercados de exportación de la "Bolivianita", según Meyer, son Estados Unidos, Francia, Italia y algunos países del Asia. Las ventas de piedras semipreciosas de Bolivia en el exterior se han casi duplicado en el último año.
Según el Instituto de Comercio Exterior, en 2012 sumaron 49,2 millones de dólares, en tanto que a septiembre de este año llegaron a 95,2 millones.
La "Bolivianita" es hoy una "gema emblemática" de la "identidad boliviana en el mundo", según una ley promulgada en enero de 2009.
La norma declaró de "interés nacional" su industrialización y prohibió por el lapso de diez años su exportación "ya sea en bruto, martillada, aserrada y/o preformada, pudiendo exportarse solamente como gema tallada".
A tal punto es así que el presidente Evo Morales le obsequió unas joyas con esa piedra a su par argentina, la presidente Cristina Kirchner, quien recomendó a las mujeres del mundo comprar joyas elaboradas por artesanos bolivianos.
"Así que, mujeres del mundo, ya saben dónde encontrar algo tan bello, hecho además por orfebres, plateros y por talladores de gemas bolivianos, mano de obra latinoamericana para Latinoamérica y para el mundo", agregó la mandataria.
Según Meyer, la aceptación de la gema en el exterior fue alentada por los emigrados bolivianos. "Su éxito radica en los contactos con los bolivianos que viven afuera, que fueron los mejores difusores de esta iniciativa", le dijo a ANSA.
En el mercado local, su expansión comenzó con la incorporación de la gema en el atuendo de grupos de danza folklórica que participan en fiestas religiosas como la del Señor del Gran Poder, en una de las zonas más populares de La Paz.