Así surge de la Encuesta Permanente de Hogares que hizo el Indec, la cual reveló la presencia de un claro efecto desaliento, habida cuenta de que la totalidad de la reducción de la tasa de desocupación respondió a la caída de población económicamente activa en ocho décimas de punto porcentual, por cuanto la tasa de empleo descendió en seis décimas de punto porcentual.
De este modo, la estadística del Indec contrastó con el escenario que observa el Ministerio de Trabajo, ya que el ministro de Trabajo Carlos Tomada dijo esta mañana en diálogo con Infobae que "el empleo sigue creciendo, aunque a ritmo lento". Fue en el evento donde Carrefour presentó el programa de inclusión laboral "Yo Trabajo".
"El empleo sigue creciendo, a ritmo lento", Carlos Tomada
El sondeo oficial determinó que la tasa de participación de la población en el mercado de trabajo descendió a 46,1%, fenómeno que revela las dificultades que encontraron casi 400.000 personas para acceder a un puesto remunerado, sea en relación de dependencia, como por cuenta propia.
Esto quedó evidenciado en la reducción del porcentaje de personas ocupadas a 42,9% del total de habitantes, equivalente a una destrucción de unos 170 mil puestos netos.
Para encontrar una tasa de desempleo menor a 6,8% de la PEA para un tercer trimestre hay que remontarse hasta octubre de 1991, cuando la medición de la EPH se hacía en forma puntual dos veces al año: mayo y octubre. Entonces, la tasa de participación era mínima -39,5%- y la de empleo 37,1% de la población total, en un escenario en que se comenzaba a percibir la real salida de las hiperinflaciones de 1989 y 1990.
Ahora, para el conjunto de los 31 aglomerados urbanos relevados, que sumaron una población de 25,6 millones de personas, la oferta laboral se estimó en 11,78 millones, de las cuales lograron ocuparse 10,98 millones y 804 mil se computaron como desempleados pleno y otros 1,03 millones estaban empleados menos de 35 horas semanales, pese a que querían hacerlo por más tiempo,
La extrapolación al total país indica que la oferta de trabajadores disminuyó en el tercer trimestre en 220.350 personas, en comparación con un año antes y el empleo neto descendió en 42.100 personas. De ahí surgió una reducción de la nómina de desocupados declarados de poco más de 178.200 casos.