Las reservas cayeron otros u$s200 millones

La transición en el cambio de presidentes en el Banco Central no impidió que se mantuviera el ritmo de salida de capitales. La autoridad monetaria vendió unos u$s100 millones y otros tantos se fueron por pagos de deudas y caída de precios de los títulos públicos

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 Adrián Escandar 162
Adrián Escandar 162

En los primeros dos días de retorno a funciones ejecutivas de la Presidente de la Nación el organismo rector de la política monetaria, financiera y cambiaria perdió casi u$s300 millones, y acumula una salida de casi 1.400 millones desde el comienzo de noviembre, que dejó la posición bruta en u$s32.071 millones.

Ese es un dato provisorio que fuentes del organismo autorizan a anticipar a la prensa, pero el valor definitivo se da a conocer dos días después, el cual en las últimas semanas se ha caracterizado por mostrar una diferencia negativa de más de u$s100 millones. De ahí que se si se aplica ese desvío antes de asumir las funciones el nuevo titular de la entidad, Juan Carlos Fábrega recibirá el organismo con menos de u$s32.000 millones, el menor nivel desde fines de 2006.

Juan Carlos Fábrega recibirá el organismo con menos de u$s32.000 millones

Según las estadísticas oficiales la caída de reservas desde el inicio del año ya supera los u$s11.200 millones, pese que desde entonces la balanza comercial generó un excedente de más de u$s7.500 millones.

El rojo de la cuenta turismo, el pago de vencimientos de la deuda pública por el abultado déficit fiscal, incluso antes del pago de intereses, junto a pagos autorizados de deuda privada con el resto del mundo, junto a la desaceleración de la liquidación de divisas por parte de los exportadores y la baja de precios de los títulos públicos en cartera del organismo, se conjugaron para debilitar la posición de activos externos de la autoridad monetaria.

De ahí que economistas y operadores del mercado financiero aguardan medidas claves para detener el ritmo de caída de las reservas, las cuales van desde el desdoblamiento del mercado de cambios con un tipo comercial y otro financiero próximo al libre, hasta el establecimiento de cupos a los pagos por compras electrónicas, ventas de cambio para el turismo e incentivo para el ingreso de dólares al cambio financiero a través de financiamiento de exportaciones en el resto del mundo.

Sin embargo, los expertos advierten que esas medidas por sí solas serán inocuas si no van acompañadas de políticas monetarias y fiscales contractivas que induzcan a la desaceleración de la tasa de inflación y a promover el ahorro interno en moneda nacional, así como a restablecer la competitividad de la producción nacional.

La aceleración del ritmo de ajuste de la paridad cambiaria oficial en 3,5 centavos, la más alta desde los primeros meses de 2002, puede constituir una buena señal, habida cuenta de que determinó un salto de 3,24% en los últimos treinta días, equivalente a más de 46% en un año en perspectiva,

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