En el marco de una reunión entre empresarios de Guayaquil, el diplomático señaló que "Ecuador tiene varias políticas que han suscitado controversia, siendo el anfitrión de líderes de países marginados como Irán y Bielorrusia, otorgando asilo (en la embajada en Londres) a Julian Assange; justo o no, afecta la manera en que el mundo mira a Ecuador".
Desde 2007, cuando llegó a la presidencia Rafael Correa, quien dice ser seguidor del socialismo del siglo XXI, Ecuador ha priorizado la relación con esos y otros países y con grupos como la Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América, alejados de Washington.
Namm destacó que tales relaciones "ciertamente podrían afectar también la manera como los miembros del Congreso de Estados Unidos miran al Ecuador. Lo que es muy importante, ya que el Congreso es el responsable de decidir el presupuesto y aprobar futuros convenios comerciales".
El embajador norteamericano, quien lleva cerca de un año y medio en el país, mantuvo un roce con Correa a inicios de mayo. En esa ocasión, Namm intervino en un acto por la libertad de expresión organizado por la Unión Nacional de Periodistas, lo que molestó al presidente Correa, quien advirtió al diplomático: "Pórtese bien en esta tierra que lo ha acogido con toda consideración y no se meta en lo que no se tiene que meter". El incidente no pasó de un llamado de atención.