La ex presidente chilena Michelle Bachelet, la candidata presidencial más votada en las elecciones del domingo, volvió este lunes con ímpetu a la campaña electoral para enfrentar el próximo 15 de diciembre en una segunda vuelta a la aspirante oficialista, Evelyn Matthei.
En
tanto, el círculo de Matthei analizaba, este lunes, el nuevo escenario político y
la posibilidad de modificar la estrategia empleada por la ex ministra en la
primera parte de la campaña, con el fin de seducir a un electorado más moderado.
Bachelet, que
obtuvo un 46,67% de los votos, y Matthei, que logró un 25,01%, se verán
nuevamente las caras dentro de un mes para definir quién es la sucesora de
Sebastián Piñera en La Moneda.
Los
comandos electorales de ambas candidatas ya
han iniciado movimientos para atraer el apoyo de quienes votaron por los otros
siete aspirantes o simplemente se abstuvieron en unos comicios que
registraron una participación
inferior al 50 por ciento.
De
hecho, las elecciones del domingo, las primeras sin voto obligatorio, fueron
las de menor nivel de participación desde 1989, cuando se produjo el retorno a
la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet.
Pero
mientas que a Michelle Bachelet,
candidata de Nueva Mayoría, le basta con arañar poco más del 3%; Evelyn
Matthei, de la Alianza por Chile, tiene que duplicar su votación de este
domingo para alcanzar la presidencia. "Estamos tranquilos frente a lo que viene. Tenemos que ampliar y
consolidar lo que hemos logrado", dijo
la ex presidente en un acto
celebrado este lunes en la comuna obrera de San Ramón, en el área sur de
Santiago.
"Vamos
a enfrentar la segunda vuelta como un
gran oportunidad de sumar apoyos", anunció.
En
tanto, en las filas de la Alianza por Chile, han surgido algunas voces críticas
que contrastan con el desbordado optimismo que el domingo por la noche reinaba
en el hotel santiaguino desde el que Matthei siguió la jornada de votación.
Algunos
de sus representantes están planteando la necesidad de orientar la campaña hacia un electorado de centro que hace cuatro años
fue el que posibilitó el triunfo de Sebastián Piñera. "Sabemos que es difícil, pero como se trata de
una nueva elección, esperamos replanteamientos de la propuesta de Evelyn
Matthei", declaró el senador Hernán Larraín, de la derechista Unión
Demócrata Independiente (UDI), el partido de la candidata.
En
todo caso, Matthei no contará con el
respaldo de La Moneda, porque el Gobierno descartó este lunes que algunos
ministros vayan a renunciar a sus carteras para reforzar la candidatura
oficialista.
"El
rol de los partidos es sacar adelante las elecciones, en este caso la segunda
vuelta. Si al Gobierno le va bien, a nuestra abanderada la va a ir mejor",
subrayó la ministra vocera, Cecilia Pérez, tras reunirse con dirigentes de los
partidos oficialistas.
En las
filas de Renovación Nacional, el partido que junto con la UDI integra la
Alianza por Chile, el senador electo Manuel José Ossandón llamó a ser
autocríticos por los resultados obtenidos, ya que entre Matthei y Bachelet hay
22 puntos de diferencia, una distancia que parece difícil de superar en tan
sólo 28 días.
"Este
gobierno es mejor que el de Bachelet en la gestión, pero
políticamente es nefasto", reconoció Ossandón, quien advirtió que
"si le sigue pegando a la ex presidente, la diferencia entre Matthei y Bachelet se va a alargar".
Además, Ossandón, responsabilizó al gobierno de
Piñera de que la oposición le haya arrebatado a la Alianza un senador y once
diputados.
En los
comicios parlamentarios, los partidos de la oposición obtuvieron
la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados, pero no alcanzaron la
ventaja necesaria para impulsar por su lado las reformas que plantea en su
programa de gobierno Michelle Bachelet.
Por
ejemplo, para redactar una nueva
Constitución, una de las principales propuestas de la Nueva Mayoría, se
necesitan dos tercios del Congreso, que equivalen a 80 diputados y 25 senadores.
Pero
en la Cámara de Diputados, el bloque de centroizquierda que lidera la ex
mandataria, consiguió 70 de los 120
escaños que se renovaban, once más de los que tiene actualmente, mientras
que en la Cámara Alta, que renovó sólo la mitad de sus escaños, aumentó en uno.
Tres
años después de que comienzaran las protestas estudiantiles en demanda de
una reforma que garantice educación gratuita y de calidad, la
voz de los líderes estudiantiles llegará al Congreso el próximo mes de marzo.
Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Gabriel Boric y
Karol Cariola cambiarán la protesta
en las calles de Santiago por la discusión política en la Cámara baja del
Congreso, tras vencer en sus respectivas circunscripciones electorales este
domingo.
Además
de la formación de lo que algunos ya denominan "la bancada estudiantil", otra de los novedades que arrojó la
elección parlamentaria fue que el Partido Comunista, que ahora forma parte del
pacto opositor Nueva Mayoría, duplicó su representación, al pasar de tres a
seis escaños.