El republicano John Boehner, presidente de la Cámara baja del Congreso de los Estados Unidos, dio señales este miércoles de que la reforma migratoria está enterrada por este año, al negar cualquier posibilidad de votar el proyecto del Senado.
Boehner reiteró que su partido, que controla la Cámara de Representantes, trata el tema migratorio "paso a paso", es decir, en proyectos separados sobre seguridad fronteriza o visas, a diferencia del extenso texto aprobado por el Senado en junio.
"La idea de que vamos a tomar un proyecto de 1.300 páginas que nadie ha leído -que es lo que hizo el Senado- no va a pasar en la Cámara", dijo Boehner a periodistas.
El presidente Barack Obama, que considera la reforma migratoria un legado de su segundo mandato, ha exhortado insistentemente a la Cámara a aprobar un proyecto.
Pero el tema es también vital para Boehner y los republicanos, bajo presión para recuperar el voto de los latinos, para quienes la inmigración es un objetivo político.
El histórico texto del Senado, que contempla una vía a la ciudadanía a casi todos los 11 millones de inmigrantes sin papeles, generó un momentáneo entusiasmo entre los promotores de la reforma.
Los activistas, que acumulan kilómetros de manifestaciones, iniciaron esta semana un ayuno dentro de carpas cerca del Capitolio, el edificio del Congreso en Washington.
Pero varias señales apuntan a que una nueva ley no sucederá en el corto plazo.
El congresista Kevin McCarthy, alta figura republicana de la Cámara, descartó que la votación ocurra este año aludiendo a la ocupada agenda legislativa, a solo 15 días de las vacaciones del Congreso.
Y con las elecciones legislativas de 2014, las posibilidades para el próximo año también parecen desvanecerse.
Boehner señaló que congresistas de ambos partidos están trabajando en "desarrollar un conjunto de principios que ayudarán a guiarnos" en el tema migratorio.
Pero el número dos de los demócratas en la Cámara, Steny Hoyer, declaró que la oficina de Boehner no lo ha contactado para un esfuerzo bipartidista, añadiendo que está "decepcionado" por las declaraciones del líder republicano.
"El mensaje para muchas personas en Estados Unidos será: 'No nos importas'", afirmó.
Las declaraciones de Boehner coincidieron con una reunión de Obama con líderes religiosos que apoyan la reforma.
El mandatario resaltó que "no hay razón para que la Cámara de Representantes continúen dilatando la acción en este asunto que ha ganado apoyo bipartidista", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Mientras desayunaba este miércoles en un restaurante de la capital estadounidense, Boehner fue interpelado por dos adolescentes que le pidieron que hiciera más para un cambio migratorio.
"Estoy intentando encontrar una vía para hacer eso", pero la legislación "no va a ser un camino fácil", señaló.