En la actualidad, la demanda del consumidor impacta en el mercado debido al lanzamiento de nuevos productos fortificados o con un mejor valor nutricional. Mientras que antes se valoraba el factor precio-calidad, hoy en día se tiene cada vez más en cuenta cuán saludable es un alimento y los beneficios que nos brinda.
Por ello, tanto en la Argentina como en el resto del mundo cambiaron las tendencias en cuanto a una alimentación más sana y se produjo un boom en la venta y consumo de los productos fortificados, los cuales muchas veces ayudan a suplir las vitaminas o nutrientes que no se ingieren de manera directa a través de las comidas.
Los alimentos fortificados o con un mejor valor nutricional son productos modificados en su composición para satisfacer necesidades específicas de alimentación. Los nuevos consumidores valoran sobremanera los alimentos que consideran "sanos" o "saludables", y gracias a ello están ganando cada día mayor posición.
Así es que cada vez más se están reemplazando productos por otros; por ejemplo, se sustituye la carne por pescados y se demanda mayor cantidad de leches, panes, galletas y harina, entre otros. Es así como el concepto de "alimentos funcionales" gana cada día más espacio, y a partir de allí los consumidores están descubriendo que los beneficios de ciertos alimentos mejoran las funciones del organismo y evitan enfermedades.
Rodrigo Valenzuela Báez es nutricionista y doctor en Nutrición y Alimentos y consideró que la tendencia al consumo de productos saludables "se debe principalmente a una mayor preocupación de las personas por su salud, y al conocimiento científico que respalda el hecho de que una alimentación saludable ayuda a prevenir enfermedades y proteger nuestra salud".
Consultado por Infobae sobre qué priorizan los consumidores al momento de comprar sus alimentos, aseguró que "hoy en día buscan alimentos saludables, que además de aportar energía y los nutrientes tradicionales (proteínas, hidratos de carbono, lípidos) les ayuden a conservar su salud y prevenir enfermedades a corto y largo plazo".
Pese a que muchos de esos productos son más costosos que los tradicionales, el boom del consumo de productos saludables y fortificados parece no tener techo.
Es que, según Valenzuela Báez, la tendencia tiene que ver con un mayor conocimiento por parte de la población respecto a su salud y a cómo los alimentos les ayudan a alcanzar una mejor calidad de vida.
"Por ejemplo, hoy se sabe que el desarrollo de alimentos de consumo habitual con DHA (ácido docosahexaenoico), un ácido graso de la familia de los Omega-3, que contribuye a mantener un corazón, cerebro y ojos saludables a lo largo de toda la vida, al igual que el consumo de alimentos fortificados con zinc, hierro, vitamina D, permite ayudar a cubrir las recomendaciones de ingesta de un nutriente fundamental para el ser humano", insistió el especialista.
Y remarcó: "Existe una vasta evidencia científica que respalda claramente el uso de los alimentos a los cuales se les adiciona algún nutriente o componente saludable que les ayude a llevar una vida más saludable, ya sea como una forma de proteger la salud o favorecer el crecimiento y desarrollo durante el embarazo, infancia e incluso protegernos durante la adultez".
Datos que avalan una tendencia que se impone
Euromonitor International es una empresa británica especializada en investigación de mercado que cuenta con estadísticas que detallan esta situación:
* Mundialmente, las ventas de alimentos fortificados/funcionales en 2012 implicaron el 6,4% del total de ventas de alimentos.
* En los últimos 18 meses, en todo el mundo, se lanzaron 23.904 alimentos fortificados, mientras que fueron 3.555 las bebidas fortificadas.
* Mientras tanto, en el mismo lapso de tiempo, en la Argentina los números de productos fortificados fueron: alimentos, 441 productos; y bebidas, 44 productos.
* El top 5 de los países que más consumen alimentos fortificados está integrado por: China, los EEUU, Brasil, Rusia y México, en ese orden. Si bien la Argentina se encuentra aún lejos de aparecer en los primeros planos, creció enormemente en los últimos años.
* En lo que respecta específicamente al sector de la salud y el bienestar, esta industria creció mundialmente un 7% en 2013, lo que equivale a 52 mil millones de dólares.
Estos datos marcan una clara tendencia de cómo nuestro país se está haciendo eco de esta situación y los consumidores se están aggiornando a la nueva realidad de una alimentación más sana.