La mandataria entregó al papa una estola realizada a mano por mujeres indígenas costarricenses durante un breve encuentro en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
La presidente de Costa Rica llegó al Vaticano sin su esposo y acompañada por una delegación de 12 personas. Vestida con un traje de chaqueta negro y velo, saludó al papa con un
apretón de manos y le dijo "mucho gusto", mientras que Francisco le
deseó que se sintiese "como en su casa".
El papa entregó, como ha hecho
con los líderes latinoamericanos con quienes se ha reunido, el libro con
el documento final del encuentro plenario de las conferencias
episcopales de Latinoamérica (CELAM) en el santuario de Aparecida en el
2007, del que Chinchilla aseguró que ya había leído algunas partes.
Francisco también le entregó la medalla de plata del pontificado a la
presidente costarricense, que exclamó "que era hermosísima".
La presidente había sido recibida en mayo de 2012 por el entonces papa Benedicto XVI y
diez meses después también acudió a la entronación de Jorge Bergoglio.