, así definen los medios europeos la decisión sorpresiva del BCE de reducir la tasa de interés de referencia a 0,25% anual, desde el 0,5% previo.
Con esta medida, el Banco Central Europeo armoniza la política monetaria con la de los EEUU, que tiene sus tasas de interés prácticamente en cero desde que la crisis de 2008 impactara en su economía.
"La constelación económica actual, con una demanda de crédito baja, sugiere que la zona euro se encamina a un periodo prolongado de inflación baja antes de una reactivación gradual" de la evolución de los precios, dijo en conferencia de rpensa Mario Draghi, presidente del BCE.
Lo cierto es que al bajar la tasa de interés, Europa lanza un mercado al mundo: no hay inflación en el planeta (excepto en países con políticas económicas singulares).
Simultáneamente, el BCE da un mensaje hacia toda Europa, y es que con el abaratamiento del costo del dinero espera estimular el crédito de tal manera que las economías mejoren sus ratios de crecimiento, sobre todo las más golpeadas de la región, como España, Italia, Grecia y Portugal.
Draghi ha anunciado también que la entidad que lidera ha decidido prolongar su provisión ilimitada de liquidez para los bancos en la zona euro hasta mediados de 2015. Esta provisión de liquidez, prevista hasta julio de 2014, seguirá "el tiempo que sea necesario y al menos hasta el 7 de julio de 2015", dijo Draghi en rueda de prensa en Fráncfort, una medida destinada a apoyar la reactivación económica en la zona euro.