El secretario de relaciones internacionales del PRO, Diego Guelar, presentó su último libro, La Invasión Silenciosa - El desembarco chino en América del Sur, donde repasa las relaciones entre la región y el gigante asiático durante los últimos 40 años y analiza, país por país, esa "invasión silenciosa" de un país que necesita soja, hierro, cobre, petróleo y otras tantas materias primas de Sudamérica para abastecer a sus casi 1.300 millones de habitantes y su fenomenal desarrollo.
Guelar contó que la idea del libro surgió hace un año y medio, cuando en una conferencia en una universidad aseguró que "la hegemonía china en la región iba a tardar 20 años". Sin embargo, haber encarado el libro y estudiar el tema afinó su idea y redobló la apuesta: "En 5 años la mayor potencia extrazona de Latinoamérica va a ser China", concluyó.
Usó un ejemplo muy práctico para graficar la penetración del gigante asiático en la región: "Entregué mi libro a la editorial en junio. Sólo en estos 5 meses, los 100 mil millones de dólares en inversiones de China que identifico (básicamente desde 2005) ya son 130 o 140 millones, porque acá la licitación de las dos grandes centrales hidroeléctricas de Santa Cruz la ganó China; y hace menos de un mes ganó la licitación del primer rango como operador de la explotación off shore de petróleo en Brasil".
En ese marco, evaluó: "China no viene con ejército o ideologías para adoctrinarnos, ni con un proyecto colonial. Pero si no tiene del otro lado un esfuerzo de constituir una gran nación de naciones que nos permita negociar la asociación estratégica con China, la asimetría va a ser la regla del juego".
La segunda parte del libro aborda un paralelismo entre lo que pasó en la revolución cultural China (1966-1976) y en los 70 en la región. Pese a las diferencias, Guelar halla puntos en común entre las clases dirigentes de ambos países, que fueron jóvenes y protagonistas en aquellas épocas. "Fueron los que hicieron el gran cambio ideológico de abrir China y Sudamérica", reflexionó.
No obstante, lo que más le llama la atención de ese parangón es que "la matriz que triunfó en Latinoamérica es la de izquierda, salvo en Colombia y Paraguay". Y que "el PC, que en muchos países se fundó antes que en China, hoy forma parte del oficialismo, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil".
La conclusión está a la vista: "Además del comercio y de las inversiones, hay matrices que se aproximan por el buen camino; una nueva síntesis, en la que el socialismo está buscando cómo arrimarse a las formas inteligentes del capitalismo, y el capitalismo tiene que resolver problemas de injusticia muy grandes. Aquí aparece una tercera pata, que no es casual, que es Francisco, porque no hay realmente un sustento moral importante en el comunismo chino ni el capitalismo norteamericano. Y el nuevo mensajero de la cuestión social es el Papa. Esta nueva triangulación expresa un mundo mejor", terminó.
De la presentación en una librería del barrio porteño de Recoleta participaron el diputado Federico Pinedo y el escritor Jorge Asís. El legislador del PRO fue el primero en tomar la palabra. Recordó su primer viaje a China, justamente junto a Guelar. "Es un país formidable. Quedamos sorprendidos. Ambos dijimos que si fuéramos chinos seríamos del Partido Comunista", indicó. "Diego habla de 'la venganza de Marx' porque en China no hay capitalismo. China avanza en un sistema planificado, pero que respeta la iniciativa privada", agregó.
Luego de repasar algunos números del comercio bilateral que menciona el texto del ex embajador, señaló: "Nosotros exportamos materias primas y China nos vende con valor agregado. Si bien China no es un régimen colonialista, porque no tiene ese enfoque, falta una estrategia (común a la región) sobre cómo negociar con ese país para equilibrar el comercio". Y remató: "Hay que dejar de pelearse con un diario y fijar estrategias en las relaciones internacionales".
Asís fue más ácido. "Es un libro optimista. Yo le compraría todas las ideas. Tiene buenas intenciones y una apelación a la esperanza que me hace acordar al sciolismo", bromeó con su habitual ironía. "Diego es un desperdicio. Debería ser más consultado. Que no lo hagan es un error y una tremenda tontería", concluyó.
Guelar tiene 63 años, es abogado y porteño. Fue montonero, vivió en la clandestinidad y con el retorno de la democracia fue electo diputado por el justicialismo. Tras su mandato dirigió el diario La Razón, hasta que lo designaron como embajador en la Unión Europea. En los 90 fue embajador en Brasil y los Estados Unidos. Además de ser profesor universitario, actualmente es secretario de Relaciones Internacionales del PRO, el partido de Mauricio Macri.
Entre los presentes estuvieron los embajadores de Brasil y Uruguay en Argentina, representantes de las embajadas de los Estados Unidos y Brasil, y los ministros porteños de Hacienda y Desarrollo Urbano, Néstor Grindetti y Daniel Chaín, respectivamente.