La ONU afirmó que "hay cada vez más áreas inaccesibles
debido a la intensificación del conflicto" en Siria y que, en
concreto, hay 38 localidades a las que no puede entrar desde mediados del
año pasado para aportar ayuda alimentaria esencial.
Esas áreas se encuentran principalmente en la gobernación de Damasco y su zona
rural, donde los habitantes están privados de alimentos y otros bienes de
primera necesidad.
"La mayoría de residentes en esas zonas han escapado del conflicto y
buscado refugio en otras gobernaciones, pero hay gente que se ha quedado
atrás", explicó la portavoz Elizabeth Byrs, del Programa Mundial de
Alimentos (PMA), uno de los principales brazos humanitarios de Naciones Unidas.
El PMA entregó comida para 3,3 millones de sirios en octubre, pero todavía se
encuentra muy por debajo de su objetivo de lograr alimentar a cuatro millones
de civiles víctimas de la guerra civil, lo que cree que conseguirá hacer en
diciembre.
Debido a la inseguridad en las carreteras, la gobernación de Alepo ha sido una
de las más difíciles de acceder para los cooperantes del PMA.
El pasado mes sólo se aportó allí ayuda para 175.000 personas, de las 750.000
que eran el objetivo.
Sin embargo, el organismo consiguió llegar en octubre "a zonas que habían
permanecido inaccesibles durante varios meses", explicó Byrs.
Entre los lugares que volvieron a ser accesibles y donde se pudo suministrar
alimentos a la población está la localidad de Ter Maleh, en la provincia de
Homs, donde el día 10 se entró por primera vez en medio año y se distribuyeron
alimentos suficientes para 75.000 personas.
Tres días después, el PMA entregó comida en Ghanto (Homs) y al día siguiente se
llegó a Yabroud, en la zona rural de Damasco. En ambos casos, el acceso llevaba
cinco meses interrumpido.
Otro equipo del organismo de la ONU entró -después de cuatro meses- el día 13
en Al Hassakeh (norte de Siria), con suministros alimentarios para 30.000
personas y suficientes para un mes.
Una situación similar se registró en Alepo el día 15, cuando se consiguió
entrar por primera vez desde agosto con raciones de un mes para más de 100.000
personas.