Los embarazos a temprana edad se han convertido en uno de los mayores flagelos de América Latina. Así lo revela el Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU), que, a través de su último informe Maternidad en la niñez: afrontar el desafío de un embarazo adolescente,(ver PDF debajo), asegura que cada día 20.000 menores de 18 años dan a luz en los países en desarrollo y unas 200 mueren como consecuencia de embarazos o partos.
Asimismo, el FPNU agrega que este flagelo acentúa la pobreza, vulnera los derechos y tiene expresiones dramáticas en América Latina y el Caribe.
"El embarazo adolescente no responde, por lo general, a decisiones de la mujer, sino a la ausencia de oportunidades y a las presiones sociales, culturales y económicas de los contextos en que viven las adolescentes", explica el director ejecutivo del organismo internacional, Babatunde Osotimehin, en el prólogo del informe.
Según datos proporcionados por el estudio, las menores de 18 años que tienen poca educación o viven en áreas rurales "son más proclives a quedar embarazadas que las niñas ricas, urbanas y educadas".
Lo mismo ocurre con aquellas niñas que pertenecen a una minoría étnica o a un grupo marginado, o que tienen un acceso limitado o nulo a la educación sexual y reproductiva, de acuerdo con el FPNU.
Cada año mueren alrededor de 70.000 adolescentes en países en desarrollo por causas relacionadas con el embarazo y el parto, y el FPNU cifra en 3,2 millones el número de abortos inseguros que se practican cada año a menores de 18 años en las naciones pobres.
De acuerdo con lo expuesto por el estudio, las principales causas del embarazo adolescente son la pobreza, la falta de acceso a la educación (de mujeres y hombres), el matrimonio infantil, la desigualdad de género, la falta de garantía de los derechos humanos, la ausencia de políticas públicas de salud sexual y reproductiva y la violencia y la coacción sexual.
En esa línea, la región registra un gran déficit en cada uno de esos puntos. En gran parte, por tratarse del continente más desigual del mundo en términos socioeconómicos. No obstante, donde peor van las cosas es en África y el sur de Asia.
Por su parte, otro problema que saca a la luz este informe es el del casamiento de mujeres menores de 18 años. En ese sentido, se calcula que el 90% de los 20.000 partos de menores que se registran cada día, en promedio, ocurren dentro de un matrimonio o unión de hecho.
Entre los países de la región que peores estadísticas registran, está, por ejemplo, Nicaragua con el porcentaje más alto (28,1%) de mujeres de 20 a 24 años que informan haber dado a luz antes de los 18 años. Esta cifra sólo es superada por países del África Subsahariana.
Detrás se sitúan Honduras, donde el 26,1% de las mujeres de entre 20 y 24 años reportan haber dado a luz siendo menores de edad, República Dominicana (24,8%); El Salvador y Guatemala (24,4%); Ecuador (21%); Bolivia (20%); Colombia (19,7%); Brasil (16%); Haití (15%); Perú (14,4%); Paraguay (13,2%) y Cuba (con el 9,4 por ciento).
La agencia de la ONU enfatiza que las cifras podrían ser mayores si incluyeran a las niñas menores de 15 años, un "tema invisible" para los Gobiernos de la región y el resto del mundo.
No obstante, la ONU constata que América Latina y el Caribe es la única región
y se prevé que sigan aumentando levemente hasta 2030.
Según revela el informe, cada año se producen en el mundo
, de los cuales
, una cifra que, de mantenerse la tendencia actual, llegará a tres millones en 2030.
En ese sentido, el informe del
: el fin de los matrimonios tempranos, la protección de los derechos humanos de las menores, una mejor educación sexual y acceso a la salud y concienciar a la sociedad sobre el problema.
Igualmente, el organismo internacional insta a los Estados a