y Gimnasia y Esgrima La Plata empataban 1 a 1, hasta que sobre el cierre se armó un escándalo similar o peor -mucho peor- al que ocurrió la semana pasada entre Godoy Cruz y Boca. Facundo Pereyra le dio rasante hacia Campestrini, en vez de devolver el balón, a la salida de un pique. A partir de ahí, un codazo de Iván Marcone primero hizo que discutiera con el delantero del visitante, quien después se enfrentó con Nicolás Aguirre, que le tiró dos cabezazos.
A partir de ahí, el clima subió y un asistente del público local golpeó a Iván Borghello, lo que hizo que se descontralara todo en el campo de juego, porque se agarraron todos a golpes, con la policía en el medio tratando de separar y enfrentándose con los jugadores. De esta manera, todo se cerró con un clima caliente y el árbitro Darío Herrera expulsó a Franco Mussis, Gastón Díaz y Matías García en el visitante, mientras que Damián Pérez y Nicolás Aguirre en el local. Otro papelón del triste fútbol argentino.