El gobierno de Raúl Castro anunció el fin de la doble moneda que regía para la economía de la isla desde 1994. Con esta decisión, informada a través de una nota oficial en el diario Granma, entra en vigor un "cronograma de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria".
La resolución aparece en un contexto de reformas que se han tomado desde el año 2010 en el sentido de una tímida apertura económica y que incluyen la posibilidad de desarrollar el cuentapropismo, los viajes al exterior, la entrega de algunas tierras a privados y una nueva reforma tributaria.
Hasta el momento, en Cuba rige un sistema de doble moneda que es único en el mundo y que consiste en una moneda convertible a dólar (CUC) que está en manos de una pequeña porción de la población vinculada con el turismo y con las pocas empresas extranjeras que existen en la isla, y que sirve para adquirir productos importados. La otra, denominada CUP, con la que la mayoría de los cubanos cobran sus salarios y adquieren servicios y bienes básicos. Un CUC es equivalente a 24 CUP.
Infobae consultó a economistas y, a partir de sus respuestas, pudo saber que por el momento existen más dudas que certezas. Aunque la decisión ya había sido tomada en el último congreso del Partido Comunista Cubano, la escueta información brindada por el gobierno de los Castro ha favorecido las especulaciones en torno a la forma en la que esta medida será aplicada y también en relación con sus efectos.
¿Cómo se aplicará la unificación?
Jorge Sanguinetty, miembro fundador y ex presidente de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE), explicó que lo más probable es que ésta se lleve adelante eliminando el CUC y que quede para la circulación únicamente la moneda local (CUP), aunque posiblemente con otro nombre.
Sanguinetty se mostró escéptico ante la posibilidad de una revalorización del peso: "No hay forma de un esquema convertible, ni de una revaluación del peso. Eso no tiene ningún sentido. Lo que se debe hacer es reconocer la devaluación real que existe, a través de la reforma monetaria".
"Lo que se debe hacer es reconocer la devaluación real que existe"
"Puede que el peso deba estar 30 a 1, o 40 a 1 con relación al dólar, a diferencia de los 24 a 1 que está actualmente", detalló el economista.
Enrique Kawamura, director del Programa de Maestría del Departamento de Economía de la Universidad de San Andrés, también expresó dudas en torno al mecanismo de unificación monetaria.
"La anunciada unificación plantea algunos interrogantes que, de acuerdo a la información disponible, solamente pueden ser respondidos hipotéticamente apelando a experiencias previas y a la literatura sobre unificación de mercados cambiarios".
Kawamura también se refirió a la posibilidad de un único peso convertible y lo comparó con el caso argentino al comienzo del mandato del presidente Carlos Menen.
"El plan de Convertibilidad preveía una primera devaluación importante de la unidad monetaria argentina de entonces (el austral) como paso previo a la convertibilidad. Sin embargo, no parece probable que los Castro intenten mantener un régimen cambiario fijo después de experiencias como la argentina".
Julio Gambina, presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas de Argentina, opinó sobre el tema y aunque admitió que no se conocen los detalles del proceso debido a la complejidad de la puesta en marcha de la medida, afirmó que lo que se eliminará es el CUC.
"Esto supone la exclusiva circulación de la moneda nacional, lo que favorece a toda la población, aun cuando, para adquirir algunos bienes, se deberá tener suficientes ingresos para compensar la paridad 1=24".
No está de acuerdo con ellos Pedro Silva Barros, economista representante del Instituto de Pesquisa Económica Aplicada brasileño en Caracas.
"En Cuba existen dos economías, la de la mayoría de los cubanos, que viven de sus sueldos y cobran en la moneda nacional, y la del turismo, las empresas internacionales, etc., que utilizan la moneda convertible. La tendencia es a que desaparezca la moneda nacional (CUP) y que haya un acercamiento a la convertible (CUC), ya que los grandes negocios se realizan en esa moneda", afirmó el especialista.
¿Cuáles son las consecuencias de esta medida?
Sanguinetty se muestra pesimista sobre la eliminación de la doble moneda: "Por sí sola, no ha de mejorar sustancialmente las perspectivas de crecimiento económico. No mientras el Gobierno persista en la planificación central y el predominio de las empresas estatales".
Sin embargo, el economista rescató algún aspecto: "Lo positivo de la eliminación del CUC es que facilitará todas las transacciones, no sólo para las empresas, sino también para el propio Estado cubano. Lo negativo será que los precios se irán por las nubes y, con eso, la depreciación de la moneda se hará más visible", explicó.
A su vez, el economista descartó que con esta decisión se habilite la libre circulación de dólares en el país: "No creo que exista ahora la libre circulación de dólares. Quizás permitan que se cambie libremente pero se multe la tenencia. Cuando yo abandoné Cuba, si te encontraban US$ 5 en el bolsillo, te daban 5 años de cárcel".
"Las consecuencias de la unificación monetaria son favorables, ya que se trata de una demanda de la población para terminar con el doble rasero que suponía el acceso al CUC de una parte minoritaria del pueblo", afirmó Gambina, optimista con relación a las consecuencias de la medida de cara a la población cubana.
El brasileño Silva Barros, por su parte, detalló una cantidad de efectos, como la quita de subsidios a los alimentos, la apertura de la inversión extranjera y las dificultades que representaría en lo inmediato para la vida de los cubanos.
"La eliminación de la doble moneda cobra sentido con la eliminación de los subsidios a los alimentos, cuestión que aunque no fue anunciada formalmente, se viene discutiendo en la isla desde hace un tiempo. Con esto, la economía pesificada tiende a perder peso", explicó.
A su vez, se refirió a las posibilidades que abriría esta decisión a la inversión extranjera, ya que a partir del momento de su aplicación, el mercado interno cubano tendería a crecer y a ganar dinamismo.
Sin embargo y a pesar de las consecuencias a más largo plazo, Silva Barros consideró que así como están las cosas, "la medida dificultará la vida de los cubanos".
"El único motivo por el que no lo hará, es porque vendrá acompañada de una serie de estímulos a los emprendimientos individuales, para los que habrá mayor libertad", aclaró el economista.
¿Cuáles son los plazos?
Los tiempos en que estas reformas empezarán a sentirse en la economía de los cubanos son desconocidos por los economistas e incluso por los propios habitantes de la isla. Algunos especulan con 18 meses, aunque hay quienes, basándose en el anuncio oficial que estipuló un cronograma, hablan de hasta 5 años.
La historia
La doble moneda se implementa en Cuba ante la desaparición de los subsidios de la Unión Soviética a Cuba cuando la primera se desintegra a principios de los noventa.
Los subsidios soviéticos habían cubierto la gran brecha entre la oferta y la demanda desde 1959, hasta que Gorbachov anunció la incapacidad de seguir manteniéndolos.
En ese contexto fue que Fidel Castro se vio obligado a tomar medidas de emergencia, para crear nuevas fuentes de ingresos externos: el turismo internacional, remesas de dinero de cubanos exilados e inversiones extranjeras. Con la ola de nuevos turistas, los dólares comenzaron a circular en Cuba, como propinas en hoteles o pago por servicios personales, a pesar de que su circulación estaba estrictamente prohibida.
El Gobierno entonces decidió capturar esos dólares por medio de una nueva moneda. Así surgió el peso convertible o CUC, que ahora, casi veinte años después, podría desaparecer.