Xu Jianmei, residente de una pequeña aldea de pescadores de la provincia china de Fujian, quedó gravemente desfigurada en un incendio cuando tenía cinco años, en el que perdió los párpados, la barbilla y parte de la oreja derecha, informa este jueves la agencia oficial china Xinhua.
La niña no había recibido tratamiento durante los primeros años debido a la falta de medios económicos de sus padres. Pero el año pasado, los médicos le propusieron crear un nuevo rostro para ella a partir de tejido extraído de la pierna que se implantaría en el pecho para que creciera.
"Primero le extrajimos tejido de la pierna y se lo implantamos en el pecho. Entonces insertamos un extensor de piel bajo el tejido cutáneo donde se implantó el de la pierna, de tal manera que pudiera expandirse y producir la piel suficiente para la cara nueva", declaró el cirujano que llevó a cabo la operación, Jiang Chenghong.
La última fase se completó el pasado lunes, cuando se trasplantó con éxito el nuevo rostro a Xu. Los médicos calculan que las heridas causadas por la operación sanarán en las próximas semanas.
"Con su nueva cara, podrá expresarse de manera más precisa. Incluso podrá sonrojarse cuando se emocione", aseguró Jiang. No obstante, advirtió que llegar a ese punto "puede llevar mucho tiempo".
Este tipo de trasplantes son cada vez más comunes en China. En septiembre se reveló que otro ciudadano de Fujian, un varón, había recibido una nariz nueva que le creció durante meses en la frente.
En ese caso, la nueva nariz del paciente se formó a partir de tejido que se le extrajo de las costillas. De todos modos, es una técnica en desarrollo que sólo se puso en práctica en diez oportunidades.