Después de la crisis política que sufrió el presidente Barack Obama por el shutdown y el incremente del techo de la deuda, que cristalizó la división entre el Partido Demócrata y el Republicano, el mandatario ahora busca sacar adelante una reforma inmigratoria, resistida por gran parte de la Cámara de Representantes.
A través de un discurso pronunciado en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos urgió al Congreso a aprobar el proyecto de ley "que puede beneficiar a muchos ciudadanos en el futuro" y llamó al arco opositor de la cámara baja a trabajar "de forma bipartidista".
"Hay gente que dice que 'si Obama está a favor de esto, yo estaré en contra`", apuntó el mandatario norteamericano. Y agregó: "Quienes se opongan a esta reforma, deben explicar por qué lo hacen".
De esa manera, el presidente de Estados Unidos aseguró que el futuro de la reforma "está en manos" de los republicanos. "Está en manos de los republicanos de la cámara baja decidir si la reforma migratoria se convierte en realidad o no", aseveró.
En tanto, Obama aseguró que esta reforma tan esperada por millones de ciudadanos será resuelta "este año". "La aprobación de este proyecto es buena para nuestra economía, para nuestra seguridad internacional, y para nuestro pueblo. Por eso tenemos que hacerlo este año", enfatizó el presidente demócrata.
En ese sentido, el mandatario auguró que, de conseguir la aprobación la reforma migratoria, "en las próximas décadas nuestra economía crecería en 1,4 billones de dólares". "Haría crecer la economía y disminuir el déficit", expresó.
Por su parte, Obama resaltó la necesidad de aprovechar la capacidad de la gente que se perfecciona en Estados Unidos, que luego debe irse del país por no tener la posibilidad de quedarse a desarrollar sus capacidades.
"No es inteligente invitar a especialistas brillantes para que después se tengan que ir a aplicar lo que aprendieron a otras partes. No tiene sentido que existan 12 millones de personas en forma ilegal, sin ningún incentivo", sentenció el líder demócrata.
Con respecto a su sanción, Obama recordó que "esta reforma consiguió más de una decena de votos republicanos" y que en la Cámara de Senadores "pasó por una amplia mayoría".
Por último, el presidente norteamericano concluyó su discurso con un claro mensaje al Partido Republicano: "Si los republicanos tienen ideas nuevas de cómo hacerlo, entonces queremos escucharlas".