El FMI le sugirió a Brasil mayor inversión y productividad

El Fondo Monetario Internacional saludó este miércoles el manejo de la economía en el gigante sudamericano, pero le remarcó que debe mantener la inflación a raya y mejorar la competitividad

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 AP 163
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"Para lograr un crecimiento sobre el 3,5%, Brasil debe abrir paso a la inversión, en particular en infraestructura, y aumentar la productividad", consideró el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el informe anual que realiza de todos los países miembros, conocido como del artículo IV.

Recientemente Brasil inició un programa de licitaciones para construcción y administración de carreteras, mientras que entregó en concesión para explotación un gigantesco campo petrolero submarino.

"Los esfuerzos para aumentar la productividad, la competitividad y la inversión son fundamentales para elevar el potencial de crecimiento", agregó el FMI.

La mayor economía de América Latina espera crecer este año un modesto 2,5%, luego de anotar un débil 0,9% en el 2012.

Según el FMI, tanto las turbulencias económicas globales como cierta incertidumbre respecto de políticas económicas y restricciones en la oferta doméstica (lo que obliga a incrementar las importaciones) podrían frenar el crecimiento en el corto plazo.

Reuters
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En medio de estos procesos, el FMI corrigió a la baja su estimación para el crecimiento potencial del PIB de Brasil (en teoría, la capacidad que tiene el país para crecer utilizando al máximo todos sus sectores productivos) a un 3,5% desde un 4,25% calculado en anteriores informes.

En tanto, si bien consideró que el sistema bancario de Brasil es sólido, detectó que podrían presentarse "algunos riesgos, especialmente los relacionados con crédito a los hogares y los préstamos hipotecarios, que merecen vigilancia continua".

De acuerdo con datos a septiembre de 2013 del Banco Central, el 45,1% del presupuesto del brasileño es utilizado para el pago de intereses y cuotas de deudas contraídas con los bancos.

El FMI también se mostró favorable a los aumentos de la tasa de interés de referencia aplicados por el Banco Central (BC) con el fin de mantener la inflación a raya.

Recientemente, el BC elevó la tasa en 0,5 puntos porcentuales, a 9,5%, su quinta alza consecutiva.

Una tasa alta encarece el crédito -lo que suele desalentar los pedidos de préstamos y puede atenuar la preocupación del FMI sobre la deuda de hogares- además de quitarle presión a los precios.

No obstante, impacta negativamente en el consumo, que ha sido uno de los motores del crecimiento económico de Brasil. Pero el Gobierno ha dicho que está dispuesto a sacrificarlo para controlar el alza de precios.

En septiembre, la inflación en 12 meses ascendió a 5,86%, lejos del centro de la meta del gobierno (4,5%) pero por debajo del techo de 6,5%. A junio había anotado un 6,7%.

 
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