Turquía, que según la oposición al premier Recep Tayyip Erdogan está lanzada hacia una fuerte reislamización, no podía carecer de un sex-shop halal, es decir, acorde con los dictámenes del Corán.
No se sabe si la iniciativa es vista con buenos ojos por el jefe del Gobierno, pero la prensa de Ankara indicó la aparición en internet del primer sitio turco de venta de productos ligados al sexo que se define como conforme a los dictámenes islámicos.
Por empezar, la presentación no tiene nada que ver con los sex-shops de estilo occidental: en la página inicial, por ejemplo, no hay nada erótico. Sobre un fondo de anchas franjas blancas y violetas, se distingue la silueta de un hombre en traje tradicional sentado y con aspecto meditativo: es allí donde hay que cliquear para ver los productos para hombres.
Debajo se ve a una mujer con velo y la cabeza inclinada, también de perfil: entre ambos, una leyenda en negro y rosa informa que se ingresó en un "sex-shop halal" virtual, conforme a los preceptos religiosos musulmanes.
El sitio presenta los productos en venta, indicó Hurriyet, como "completamente seguros y halal". El catálogo es muy restringido respecto de los sex-shops habituales de Occidente: no hay vibromasajeadores, ni videos desenfrenados, ni fantasiosos juguetes eróticos.
El sitio http://www.helalsexshop.com propone, en la parte reservada a los hombres, preservativos, píldoras, perfumes, sprays y vaporizadores "retardatorios". Para las damas, la tentación llega en forma de cremas para facilitar el orgasmo y aceite para masajes "afrodisíacos".
Junto a la presentación de los productos y las explicaciones sobre cómo pagarlos -en liras turcas, euros o dólares-, hay también algunos breves consejos y explicaciones sobre cómo ve la religión musulmana algunos aspectos de la sexualidad.
Según el sitio, "el Islam alienta la sexualidad en determinadas condiciones" y no es contrario, como dicen algunos "prejuicios". La iniciativa no tiene valor moral o religioso, es sólo comercial: "No se trata de educar a los turcos en la sexualidad", subrayó el diario Radikal.
Nada que ver, por lo tanto, con el "vademécum" del erotismo en clave kosher que propuso hace años el rabino liberal de la sinagoga de Mill Hill en Londres, Shmuley Boteach, que había suscitado un mar de polémicas en Israel.