El ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi será juzgado de nuevo en Italia por el soborno a un senador de la oposición, un nuevo revés para "Il Cavaliere" tras la condena a cárcel y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
La decisión fue anunciada este miércoles por el juez de instrucción de Nápoles (sur de Italia), quien fijó la primera audiencia para el 11 de febrero. Berlusconi será procesado por el pago, en 2006, de unos tres millones de euros al senador Sergio De Gregorio para que pasara del partido Italia de los Valores (IDV) al Pueblo de la Libertad, la formación de "Il Cavaliere".
De esa manera, se aceleraba la caída del gobierno de centro-izquierda liderado entonces por Romano Prodi tras ganar las elecciones legislativas de 2006 por un puñado de votos.
La investigación parte de la declaración de un asistente de De Gregorio, Andrea Vetromile, quien en febrero del año pasado ilustró a los fiscales los detalles de la "compra" del tránsfuga. De Gregorio fue remunerado en parte con bienes, según confesó ante los jueces napolitanos tras haber recibido el soborno.
El juicio se llevará a cabo en Nápoles debido a que el senador fue elegido en las listas de esa circunscripción.
El paso del senador a la centro-derecha contribuyó a la caída, en 2008, del gobierno de Prodi, rival histórico de Berlusconi, quien se vio obligado a renunciar al cargo tan sólo dos años después de las elecciones legislativas al haber perdido la mayoría en el Parlamento.
La Justicia italiana decidió abrir un proceso también contra el periodista y empresario Valter Lavitola, ex director del diario L'Avanti, actualmente detenido, quien confesó que entre los "favores" que ha hecho a Berlusconi figura la "compra del senador Sergio de Gregorio".
El prontuario de "Il Cavaliere"
Berlusconi ha sido acusado en varias ocasiones por sus adversarios políticos de haber "comprado" votos o cargos, pero es la primera vez que un ex primer ministro italiano es objeto oficialmente de un juicio por un caso de corrupción de un político.
"Mi conducta fue reprochable y tenía como objetivo incrementar la 'guerra santa' que Berlusconi lanzó contra Prodi", declaró a SkyTG24 De Gregorio. "Al confesar todo a los jueces, me liberé de un peso, limpié mi conciencia y pedí disculpas, incluso a Prodi, quien las aceptó cristianamente sin rencor", agregó.
De Gregorio fue condenado a 20 meses de cárcel en el marco de un acuerdo amigable con la Justicia, que reduce la pena con la condición de que reconozca las propias culpas.
Los parlamentarios del Pueblo de la Libertad protestaron inmediatamente contra la decisión judicial, que consideran parte de un plan para desacreditarlo políticamente.
"Sigue la persecución judicial contra Berlusconi, lo quieren acabar, pero no lo lograrán. Es y seguirá siendo por mucho tiempo el líder indiscutible de la centro-derecha y de la mayoría de los italianos", declaró Renato Schifani, vocero de los senadores del PDL.
"Il Cavaliere", de 77 años, quien se había salvado siempre de la Justicia gracias a los numerosos recursos que emplean sus abogados, ha tenido un "año negro", ya que varios de sus líos judiciales han llegado a su fase final.
A mediados de noviembre, el Senado italiano deberá decidir, además, su expulsión tras la condena definitiva a cuatro años de cárcel, reducidos por una amnistía a uno, por fraude fiscal.
El sábado pasado, la corte de apelaciones fijó a dos años la inhabilitación a todo cargo público para Berlusconi, por lo que no podrá votar ni ser elegido en las próximas elecciones legislativas.
Para colmo de todo, tendrá que encarar en los próximos meses también el juicio en apelación por incitación a la prostitución de una menor en el caso de Ruby. Berlusconi fue condenado en junio por ese caso a siete años de cárcel e inhabilitado por un año.