La sede central de Interpol, ubicada en la ciudad francesa de Lyon, respondió de forma negativa a la consulta hecha por las autoridades griegas, ya que las pruebas de ADN enviadas no muestran ninguna concordancia con los registros de las 606 personas que la red policial tiene registradas como desaparecidas en todo el mundo.
En la lista de Interpol hay 61 niñas de menos de seis años como la pequeña María, de ojos verdes y cabello rubio. La niña, que según las pruebas médicas tiene entre cinco o seis años, fue hallada el domingo en un asentamiento gitano cerca de Farsala, en Grecia, durante una redada policial antidrogas.
La pareja con la que vivía, formada por Christos Salis y Eleftheria Dimopoulou, se encuentra detenida y acusada de secuestro, y María está ahora al cuidado de la organización de protección de menores La Sonrisa del Niño.
El caso ha tenido consecuencias también en el ayuntamiento de Atenas, donde el alcalde Giorgos Kaminis suspendió a cuatro altos cargos del Registro Civil.
El hallazgo de la niña destapó graves irregularidades en el Registro Civil de la capital helénica, donde la niña había sido registrada por primera vez este año y con papeles falsos.
La Justicia abrió una investigación por la emisión de partidas de nacimiento falsas, que la pareja gitana pudo haber conseguido para obtener beneficios sociales destinados a los hijos.
El caso destapó que el número de registros de nacimiento a posteriori se multiplicó por ocho en Atenas desde 2011. Varios de los registros se hacían para más de un niño a la vez, y la mayoría procedían de distritos con población gitana.