El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, anunció este lunes el cierre de la frontera con Perú debido al conflicto en la zona cocalera de Apolo, que provocó la muerte de al menos dos agentes de seguridad durante un operativo contra los cultivos ilegales de la hoja de coca. Según precisó en una rueda de prensa, hay sospechas de que narcos peruanos participaron en el ataque, sucedido este sábado.
De esta forma, el funcionario del gobierno de Evo Morales indicó que se establecerá un perímetro en el lugar del conflicto y se sobrevolará la zona "porque presumiblemente hay gente peruana y hay que evitar que huya". "Hemos pedido que se cierren esas fronteras, hemos pedido que haya un dispositivo policial también del Perú para que se cierren todos esos accesos y esas vías", agregó.
En Apolo, 450 kilómetros al norte de La Paz, hay una zona autorizada para cultivos de coca con usos lícitos en la industria y prácticas culturales, pero también hay comunidades cuyas plantaciones se destinan supuestamente a la fabricación de cocaína. El conflicto que se desató este sábado se produjo cuando la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), conformada por militares y policías, ingresó a Apolo para iniciar la destrucción de dichas plantaciones ilegales.
Según las autoridades, los agentes fueron emboscados por campesinos y supuestos extranjeros vinculados con el narcotráfico, que les dispararon e incluso tomaron seis rehenes. El Gobierno confirmó que fallecieron el subteniente del Ejército Oscar Gironda, de 23 años, y el policía boliviano Jhonny Quispe, de 29 años, mientras que hay 12 heridos de bala y 15 lesionados por golpe. No obstante, un militar, un policía y un civil siguen desaparecidos y estarían muertos, subiendo a cinco el saldo de víctimas fatales.
Por otro lado, Romero informó que las seis personas que habían sido tomadas como rehenes por los cocaleros ya fueron rescatadas. En tanto, un cuarto desaparecido, un teniente de la policía, fue hallado la mañana de este lunes con vida, con un disparo de bala en el paladar, y fue trasladado hasta La Paz, donde recibirá atención médica.
El funcionario había dicho el fin de semana que se sospechaba de la acción de peruanos en la zona porque los campesinos bolivianos que viven allí "no tienen la tradición de usar armas", ni son "capaces" de preparar un operativo de resistencia armada ante militares. El ministro agregó, este lunes, que éste fue "el peor ataque armado de que ha sido objeto la FTC en su lucha contra el narcotráfico".