"Debemos arreglar nuestro sistema inmigratorio, que está roto. Ya hay una gran coalición a lo largo de Estados Unidos abocada a ello. Fortalecerá nuestra economía y hará más seguras nuestras fronteras", afirmó Barack Obama durante el mensaje que deja al pueblo todos los sábados.
"El Senado ya aprobó un proyecto que contó con el apoyo de los dos partidos. Ahora la Cámara de Representantes debería hacer lo mismo. La mayoría de los estadounidenses creen que es lo que correcto. Puede y debe hacerse antes de que termine el año", agregó.
El Presidente consideró que la reforma migratoria es uno de los tres puntos en los que republicanos y demócratas pueden ponerse de acuerdo tras la crisis de confianza generada por la fragmentación que mostró el shutdown.
"Hay tres puntos en los que demócratas y republicanos podemos ponernos a trabajar juntos inmediatamente -continuó-. Lo primero es sentarnos para discutir un presupuesto equilibrado, que permita que la economía crezca más rápido, y que disminuya el déficit fiscal".
El acuerdo restante es una reforma agrícola. "Una en el que los granjeros puedan confiar, que proteja a los niños y adultos vulnerables en tiempos de necesidad y que le dé a las comunidades la oportunidad de crecer".
Obama no dejó pasar la oportunidad de referirse en duros términos a los sectores políticos que pusieron al país al borde del default.
"No podemos dejarnos llevar por los extremos de nuestros partidos -dijo-, a quienes no les gustan los acuerdos. No hay razón para no gobernar con responsabilidad. Eso no es gobernar, sino lastimar a la gente que deberíamos servir".
"No hubo ganadores en esto. En una época en la que la economía necesita crecimiento y más empleo, la crisis de estas últimas semanas dañó al empleo y al crecimiento. Es entendible que su frustración por lo ocurrido sea más alta que nunca", agregó.
Por eso, llamó a
"Tenemos que concentrarnos en lo que la mayoría de los estadounidenses nos mandaron a hacer:
y sentar las bases para la prosperidad", concluyó.