Alberto Fujimori, condenado por delitos de lesa humanidad, enfrenta un nuevo juicio. Esta vez está acusado de desviar millonarios fondos públicos para financiar tabloides amarillistas que apoyaron su segunda reelección entre los años 1998 y 2000. De todas formas, la primera sesión se suspendió tras 45 minutos de iniciada, hasta el lunes 28 de octubre, luego de que la defensa de Fujimori pidiera que el ex mandatario fuera juzgado por la Corte Suprema y no por la actual Cuarta Sala Penal Liquidadora, un pedido que, para analistas consultados por la AP, no procede de acuerdo a las leyes peruanas.
Despeinado, sin corbata y sin anteojos, el ex presidente peruano presenció el inicio del quinto proceso en su contra. Su imagen era opuesta a la de 2009, cuando fue sentenciado a 25 años de prisión por crímenes contra los derechos humanos, época en la que vestía elegantes ternos, vistosas corbatas y zapatos negros brillantes.
Según difundió Peru21, José Ugaz no descartó que se haya generado algún impacto a favor del ex mandatario. "Esto, de rebote, podría eventualmente servir también para beneficiar la candidatura de su partido con miras a las próximas elecciones generales, pues no hay que olvidar que el pueblo se mueve por razones emocionales", explicó.
La Fiscalía sostiene que Fujimori conoció y permitió el desvío de 122 millones de soles (43 millones de dólares) del presupuesto de las Fuerzas Armadas al Servicio de Inteligencia, dirigido por su entonces hombre de confianza Vladimiro Montesinos, para financiar a diarios que demolieron a los enemigos del Gobierno y realizaron propaganda para su reelección.