En Venezuela se mantiene la polémica en torno a la Ley Habilitante que intenta imponer el presidente Nicolás Maduro. Luego de hacerse público el texto de la ésta, analistas venezolanos opinan sobre ella. Según consigna El Universal, los especialistas en la materia han advertido que la legislación no presenta claridad a la hora de explicar los aspectos sobre los cuales buscará legislar el mandatario chavista.
A su vez, también alerta que esta normativa proveerá al presidente de la capacidad de modificar o crear instrumentos que incidan en los derechos fundamentales como la libertad, a través de estrictas sanciones penales.
Por su parte, Jorge Pabon, constitucionalista, explicó que a través de la aprobación de la Habilitante, también se le estaría dando al presidente la capacidad de crear otras leyes orgánicas. Pabon explica que estas últimas pueden cambiar la estructura de los derechos constitucionales de los ciudadanos y, por consiguiente, sirven de marco para otras leyes.
"Es posible que esta Ley Habilitante oriente los marcos legales a favorecer sólo a una parte del país", agregó Pabon, en referencia a la potestad que podría recibir el presidente Maduro para decidir elementos esenciales en la vida de sus ciudadanos.
En caso de recibir el apoyo de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro gozaría de un año más que los cuatro que se venían implementando cuando un mandatario solicitaba los superpoderes.
Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, se aprobaron cuatro leyes habilitantes, que tenían una duración de cuatro años y medio. Es decir, durante el 40% de los últimos 14 años, el poder se ha centrado en una sola persona.
"La única ideología del chavismo es el control de todo", asegura el politólogo Luis Salamanca.
"Cuando se redacta una ley que influye de manera profunda sin especificar con claridad las materias y sólo se exponen los ámbitos, puede legislarse sobre cualquier cosa más allá de lo que se haya prometido", agrega el politólogo, criticando la redacción de la ley que busca imponer Maduro.
Asimismo, este politólogo enfatiza que detrás de esta ley hay una clara intención de imponer un Estado controlador y hegemónico. "Lo único que no ha podido controlar el Gobierno por completo es la opinión pública", aseguró.