Finalmente, los Estados Unidos lograron llegar a un acuerdo para terminar con el shutdown y evitar un posible default. Sin embargo, la Casa Blanca deberá hacer frente a un fuerte gasto como consecuencia del cierre administrativo que se prolongó durante 16 días. Según un análisis realizado por Standard & Poor´s, el cierre del Congreso le significará a la economía norteamericana un total de 24 mil millones de dólares.
Desde el inicio del shutdown, no sólo los Estados Unidos se mantenía expectante sobre cómo se desarrollaría todo, sino además la comunidad internacional también se mostraba inquieta por lo que sucedería con la primera economía mundial.
Según consigna la CNN, las agencias de calificación auguran una baja en el crecimiento de la economía norteamericana, en el último trimestre del año. De acuerdo con algunas proyecciones el crecimiento será del 2,4%, a diferencia del 3% de tasa previsto.
En esa línea, la economista Beth Ann Bovino, reconoció que, en términos económicos, esta crisis le "va a doler" a los Estados Unidos. "Dado el tamaño de la economía, es bajo. Pero porque está ocurriendo todo al mismo tiempo, y no planeado, va a doler", explica.
Durante el cierre administrativo, cerca de 800 mil trabajadores federales vieron suspendidas sus actividades; la industria turística también se vio golpeada con el cierre de parques nacionales. En tanto, la incertidumbre en torno al acuerdo o no por el techo de la deuda entre republicanos y demócratas también afectó al sector comercial, que sufrió una fuerte baja en el consumo.
Por su parte, a pesar de haber alcanzado un acuerdo y así evitar entrar en default, el arreglo sobre el techo de la deuda es sólo temporal. En ese sentido, Mark Zandi, economista jefe de Moody Analytics, explicó que esto seguirá afectando la confianza del consumidor y la desaceleración de la contratación.
Zandi se mostró crítico con respecto a las políticas adoptadas por el gobierno. "Si tenemos que ir por un camino similar en el futuro, los costos van a seguir sumando", concluyó.