Más de una vez escuchamos eso de que "lo que es moda, no incomoda". Bajo esa premisa, las mujeres suelen subirse a tacos mucho más altos de lo que son capaces de soportar, cargar carteras llenísimas con mucho más de lo que necesitan para afrontar su jornada y vestir pantalones tan ajustados, que quien las mira bien podría preguntarse cómo hicieron para entrar en ellos.
Si bien se desconoce quién inventó la famosa frase, algo de razón tuvo ya que vestirse de acuerdo a las últimas tendencias puede ser una experiencia incómoda e, incluso, dolorosa.
Pero como no es necesario dañar nuestro cuerpo para lucir a la moda, a continuación, enumeramos las lesiones más usuales que llevar las últimas tendencias acarrea para intentar evitarlas.
es un hecho, las altísimas plataformas se imponen en las pasarelas internacionales y en las calles también. Lo mismo ocurre con los tacos, cuanto más vertiginosos más marcan tendencia. Pero
no sólo para los pies sino que también para el tobillo, la pantorrilla y hasta la rodilla. El cuerpo no está preparado para caminar con este tipo de calzado y, sin embargo, la mayoría de las mujeres lo hacen a diario sin importar las consecuencias.
Los tacos altos, las plataformas y la alternancia entre estos y las chatitas, hacen que los músculos y tendones se acorten y se elonguen sin una preparación física adecuada.
"Los tacos altos, las plataformas, lucen muy sexies y son la herramienta que toda mujer debe tener en su guardarropa, sin embargo, tantas ventajas no podían venir sin su lado negativo: el abuso de ellos hace daño a nuestros pies, causando juanetes, artrosis en dedos de los pies, dolor crónico; rodillas (inflamación en meniscos) y perjudica nuestro equilibrio natural a la hora de caminar, siendo los responsables de muchos esguinces de tobillo, fractura de peroné, lumbalgias por falta de estabilidad, e inflamaciones en la cadera por tendinitis de glúteo medio", explicó a Infobae el doctor Alejandro Druetto, especialista en ortopedia, traumatología y cirugía de cadera y rodilla.
Carteras: para la noche, el "must" son los inofensivos clutch, también conocido como petaca. Pero de día, los bolsos XL siguen siendo los preferidos de las mujeres y cuanto más espacio tienen, más se cargan. Maquillajes, agenda, cepillo de pelo, perfume y hasta una botellita de agua se puede encontrar en una cartera femenina. Pero lo que a veces se pierde de vista es el daño que puede generar a los hombros y la espalda cargar con tal peso a lo largo del día.
"En el caso de los bolsos extragrandes, la lesión pasa por tener que soportar demasiado peso sobre los brazos, hombros y espalda. Los bolsos XL están muy a la moda, pero para no resultar heridas las mujeres deberían procurar llevar aquellos que no sean más grandes que ellas", prosiguió el especialista.
Por su parte, Druetto distinguió que "los bolsos alargados con correas tipo morral tampoco quedan afuera: traen problemas en el cuello. Causan un desequilibrio en toda la extensión de la columna, empeora los cuadros en aquellas con escoliosis leve, incrementan las dorsalgias, y las mujeres con tendencia a dolores cervicales empeoran su rectificación cervical y por ende puede empeorar sus hernias de disco".
Aunque también las carteras pequeñas que suelen colgarse en los codos tienen su punto negativo. "Pueden causar tensión en los músculos del brazo y antebrazo y, en el peor de los casos, desarrollar tendinitis del codo", explicó.
Ropa ajustada: los tan usados chupines que marcan la figura tampoco son tan inofensivos como parecen. Usar ropa ajustada y más si está confeccionada con telas pesadas puede resultar nocivo para la salud.
"Si bien no hay estudios científicos que lo confirmen, es sabido que utilizar ropa demasiado ajustada si la persona ya tiene celulitis, le puede llegar a ocasionar un grado mayor y colaborar en la generación de várices", sostuvo el doctor Martín Moyano Bradley, director de Estética Buenos Aires, centro médico especializado en cirugía plástica y tratamientos de medicina estética integrales.
Es que la ropa demasiado ajustada, especialmente las medias y pantalones, dificultan la correcta circulación de la sangre en las piernas, muslos, glúteos y caderas, precisamente las zonas del cuerpo más propensas a padecer la odiada "piel de naranja".
Lo que ocurre es, ni más ni menos, que la presión en esas zonas afecta la microcirculación e impide el correcto drenaje linfático. Y cuando eso ocurre durante varias horas -y se repite a diario- se convierte en un factor propicio para la formación de celulitis.
Por: Mariana Gándara y Valeria Chavez