Las reservas del Banco Central acentuaron la caída diaria a u$s100 millones

Pese a la suba del oro 0,6% y a la "intervención neutra" de la autoridad monetaria, la posición de divisas cerró la primera quincena del mes en u$s34.402 millones. Acumula una disminución de u$s8.888 millones desde el inicio del año

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 NA 162
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El secretario de Comercio Interior, con el sólo uso del teléfono y algunos inspectores en la calle, logró frenar la escalada de la cotización del dólar libre, según sostienen los operadores avezados.

Sin embargo, esa estrategia no da resultados para evitar la sostenida sangría de reservas, a partir de las filtraciones que se generan por la  pérdida de competitividad cambiaria de la producción nacional, no sólo de manufacturas industriales, sino también en forma generalizada de las denominadas economías regionales, del lado de la generación de divisas.

Mientras que del lado de las salidas, se profundizan las del sector energético, ante la falta de respuesta de fuentes de generación inmediata y la insistencia con alentar el consumo con tarifas singularmente subsidiadas a los sectores de medianos y altos recursos.

Además, la deliberada política de poner el freno al ritmo del ajuste cambiario, como había ocurrido en agosto y septiembre con tasas equivalentes a más de 34% al año, y dejar que vuelva a rezagarse respecto de la tasa de inflación real, ha incentivado la fuga a través del turismo. "Pagar $7 sigue siendo altamente atractivo, en comparación con un dólar libre contenido en 9,60", se escucha a diario en mesas de café y encuentros informales de familiares, pero también de hombres de empresa.

Con la baja de u$s100 millones en la jornada, desde comienzos del mes se acumuló una disminución de u$s444 millones en términos netos.

El aporte de la balanza comercial se estima ínfimo, como consecuencia de la contracción de las exportaciones en la mayor parte de los destinos habituales y el señalado impulso que registran las compras de combustibles y lubricantes.

Frente a este cuadro, adquiere consenso entre los economistas las expectativas de un cambio de la política cambiaria luego de las elecciones del 27 de octubre, sea a través del desdoblamiento para operaciones financieras, o simplemente sólo para el turismo. Pero se sabe que ese giro no corregirá la causa del problema: inflación de dos dígitos altos, originado en un creciente déficit fiscal.

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