El resultado de las PASO fue un trago amargo que dejó un persistente mal sabor de boca en la gente de Carta Abierta. Para evitar que esto se repita, sus integrantes decidieron jugar fuerte en el tramo final de la campaña electoral: advierten al electorado sobre los peligros de perder todo lo conseguido en estos años, si la oposición se impone en el comicio del 27 de octubre. "El riesgo es pensar que lo conquistado no depende de la continuidad del kirchnerismo", avisan.
En el borrador final del documento de 16 páginas al que tuvo acceso Infobae, los intelectuales intentan seducir al electorado señalando que "la hora es incierta porque está en juego la continuidad o no de una política (el modelo) que ha podido, con sus dificultades y contradicciones, reinstalar en el centro de la escena la disputa por la distribución de la renta material y simbólica".
"El kirchnerismo, con sus grandes aciertos y también con sus errores, marcó una dirección popular y democrática tan profunda que sólo admite, desde una mirada emancipatoria, la crítica que tiende a fortalecerlo", indica la organización que agrupa a pensadores y artistas.
El think tank oficialista además se enfoca de lleno en la oposición y señala: "El reforzado frente restaurador, que incluye a las corporaciones económico-mediáticas, a las fuerzas de la derecha, a las expresiones del peronismo conservador y a los neoprogresismos reaccionarios, busca cerrar este momento de reparación de la vida popular". "Ellos sí que van por todo: van por la liquidación de los derechos, van por la ampliación de su renta, van por la perpetuación de su poder, van contra los deseos tumultuosos de las mayorías que siguen soñando la igualdad", acusa.
Aunque no lo mencionan, los integrantes de Carta Abierta apuntan sin contemplaciones contra Sergio Massa, al que describen como "un candidato que ha convertido su nombre en un algoritmo y sonríe en las carreteras de entrada a la ciudad con la pinta entradora de vendedor de terrenitos a plazos, dispuesto a cualquier señuelo".
La crítica se potencia con otro mensaje que parece tener el mismo destinatario, porque apunta contra "la volatilidad de políticos profesionales que migran como miserables oportunistas desde cargos importantes detentados en un gobierno que promovió un viraje profundo en la política argentina hacia opciones regresivas del pasado revertido".
En ese contexto, los intelectuales kirchneristas se dirigen "a los hombres y mujeres de nuestra patria que no renuncian al sueño de una sociedad más justa", y les piden apoyo en las urnas: "Los llamamos a que, sin dejar de sostener sus tradiciones y sus diferencias, sepan reconocer la abismal distancia que separa a un proyecto que no ha dejado de inclinar la balanza hacia el horizonte de un país más igualitario, de aquellos sectores dominantes y hegemónicos dispuestos a quebrar en mil pedazos esas esperanzas".
En otro fragmento del extenso comunicado, la gente de Carta Abierta señala que en la Argentina se vive "un momento crucial" porque en las urnas se define algo muy importante: "Lo que está en juego no es el éxito o fracaso de una gestión, sino el sentido de una época. No hay profundización de ella sin continuidad, o para ser más dramáticos, sin futuro del kirchnerismo como fuerza transformadora en el poder".
En el documento también hubo un espacio dedicado a la prensa, que recibió una dura crítica por lo que generó en torno a la salud de Cristina Kirchner: "El odio y la visión canalla del mundo se conjugan en aquellos "periodistas" que buscan golpear a la figura presidencial. Vuelve sobre nosotros un discurso de una violencia que habíamos imaginado sellada en nuestra historia pero que regresa intocada de su viaje por el tiempo. Deseo de muerte, goce con el padecimiento y la enfermedad del otro, en este caso de Cristina como antes de Néstor Kirchner o, más lejos en el tiempo, de Evita". A modo de remate se hizo una consideración igual de resonante: "Comparaciones históricas infames: primero con el nazismo, después con el fascismo y, ahora, con el lopezreguismo".
Autocrítica y deudas del Gobierno
La carta de los intelectuales oficialistas también tiene un espacio para el mea culpa: en la búsqueda de elementos que expliquen la pérdida de votos que sufrió el FpV, se asume que "hubo tiempos en los que la sorpresa de los nuevos hechos de la gestión alcanzaban por sí solos para obtener el respaldo ciudadano. Hoy se requiere más (...) Esgrimir sólo el balance no es suficiente".
Con respecto a las deudas del gobierno, Carta Abierta señala: "Queda pendiente una reforma tributaria integral que acentúe la mejora en la progresividad del sistema. Una profunda discriminación de los productos y tasas para el gravamen del IVA, liberando del mismo al consumo popular e intensificando la imposición de los bienes suntuarios sería parte de la misma".
Entre las deudas del oficialismo también incluyen cinco temas centrales y sensibles para la administración de Cristina Kirchner: trenes; energía; sistema de salud; inflación e inseguridad.
"La política ferroviaria y la energética han transcurrido por caminos erróneos en una larga fase del proyecto nacional en curso. Las consecuencias fueron dolorosas y costosas. Sin embargo, esos desvíos hoy se encuentran en vías de corrección", señalan los pensadores kirchneristas, que también critican la falta de acceso al derecho a la salud: "Hoy todavía tropezamos con un sistema fragmentado y desigual que debe transformarse".
En cuanto a la inflación, Carta Abierta admite que "siempre debe ocupar", pero critica que "la derecha pretende convertirla en el eje de la economía para aplicar planes de ajuste y reducción del salario". Como contrapropuesta expone: "Una política más efectiva para enfrentarla sería redoblar los controles, sistematizarlos, disciplinar a los empresarios, ampliar significativamente las formas y prácticas de comercialización estatal, provincial y municipal directa de bienes esenciales".
Sobre la inseguridad, el colectivo kirchnerista considera que "constituye un problema estructural de las megalópolis "modernas" nacidas del capitalismo anárquico, guiado por el paradigma del más crudo individualismo"; tras ese análisis se manifiesta en contra de "controlar, discriminar, perseguir y encerrar adolescentes". "Cualquier estrategia de mano dura favorece la ampliación de la complicidad del delito con integrantes y jefes de los cuerpos de seguridad", completan.
Sobre el final Carta Abierta se enfoca en el 2015 y vislumbra "dos años que serán tan largos como disputados", pero reafirma su apoyo al gobierno de Cristina Kirchner: "No cejaremos en el esfuerzo por convocar a compañeros que buscan destinos similares a los nuestros y permanecen fuera del proyecto, a ensayar un camino en común para fortalecerlo y bregar por cambiar lo que haya que cambiar".