El sínodo que convocó el Papa tiene carácter "extraordinario" y estará dedicado a "los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización". Tendrá lugar dentro de un año, del 5 al 19 deoctubre de 2014.
En la conferencia de prensa que Jorge Bergoglio brindó en el vuelo de regreso de Río de Janeiro a Roma, en julio pasado, una de las preguntas versó sobre el tema de los divorciados vueltos a casar que, hasta ahora, están privados de participar de la comunión. La respuesta del Papa fue que ese tema sería tratado en el marco "de la totalidad de la pastoral matrimonial".
En esa oportunidad, Francisco se refirió incluso a la alternativa de una "segunda posibilidad" ofrecida a las parejas por la Iglesia Ortodoxa y aseguró que "el problema jurídico de la anulación matrimonial" debía ser revisado.
Al anunciar la convocatoria al sínodo, Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, señaló que "proponer soluciones pastorales particulares [por ejemplo, a los divorciados vueltos a casar] por parte de personas o entidades locales puede llevar a que se corra el riesgo de confusión". Estaba haciendo referencia a una diócesis alemana (Fribourg-en-Brisgau) que tomó la iniciativa de considerar caso por caso la posibilidad de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar.
"Es justo que la Iglesia se mueva comunitariamente en la reflexión y en la oración, y que adopte las orientaciones pastorales comunes sobre los puntos más importantes -como la pastoral de la familia- bajo la guía del Papa y de los obispos", dijo Lombardi.
"La convocatoria a un Sínodo extraordinario sobre el tema de la pastoral de la familia (es) la forma a través de la cual el Papa tiene la intención de seguir el camino de la reflexión y de la comunidad de la Iglesia, con la participación responsable del episcopado de las diferentes partes del mundo", explicó el vocero.
La Asamblea extraordinaria del Sínodo de Obispos que convocó el Papa reúne a los patriarcas y arzobispos mayores, a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo entero así como a los jefes de los dicasterios (ministerios) de la Curia. Este tipo de asamblea sólo fue convocada en dos ocasiones en el pasado: en 1969 a propósito de "la cooperación entre la Santa Sede y las conferencias episcopales", y en 1985 para la aplicación del Concilio Vaticano II (1962-1965), 20 años después de realizado.
De acuerdo a los estatudos del Sínodo de Obispos, la asamblea general extraordinaria se reúne "cuando los temas a tratar, aunque relativos al bien de la Iglesia Universal, requieren una solución rápida".
El último Sínodo ordinario, en cambio, se realizó del 7 al 28 de octubre de 2012 en el Vaticano, con el tema "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana".