El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer sus proyecciones sobre el crecimiento económico del mundo, y una vez más, volvió a cuestionar las cifras oficiales. El organismo presidido por Christine Lagarde proyectó un crecimiento del 3,5% para el país en 2013, mientras que las proyecciones económicas para el año próximo son menos optimistas: la Argentina crecerá un 2,8% en 2014, una revisión hacia la baja.
"El FMI emitió una declaración de censura y pidió a la Argentina que adopte medidas correctivas para enfrentar la calidad del PBI oficial y los datos del IPC-GBA", aseguró. Esta frase se encuentra como una aclaración ante cada dato que aparece sobre la Argentina en el informe presentado en Washington, previo a la asamblea general conjunta de esta semana con el Banco Mundial.
Como había anticipado en su informe de mayo de 2013, el FMI indicó que el crecimiento del PBI "se recuperó debido a las buenas cosechas, pero la actividad continúa constreñida por los tipos de cambio de divisas extranjeras y otros controles administrativos". El organismo se refiere particularmente al cepo al dólar, que frenó el nivel de actividad y de inversiones.
El informe del Fondo prevé un aumento del 10,5% de la inflación para 2013. Pero una vez más, insistió que los números de Argentina "se basan en los datos declarados oficialmente".
"Otras fuentes de datos han arrojado cifras de crecimiento real signi?cativamente más bajas que las de los datos o?ciales desde 2008 y tasas de in?ación considerablemente más altas que las que indican los datos o?ciales desde 2007. En este contexto, el FMI también está utilizando otras estimaciones del crecimiento del PBI y de la in?ación del IPC a los efectos de la supervisión de la evolución macroeconómica de Argentina", aclaró.
La calidad de las cifras oficiales se cuestiona en el marco del Presupuesto 2014, que se debatirá en el Senado durante esta semana. La "ley de leyes" que mandó el Poder Ejecutivo al Congreso estima un crecimiento del 6,2% para el año próximo, impulsado por una suba del 5,7% en el consumo total y del 8,5% en las inversiones. El número resulta muy superior al 2,8% proyectado por el organismo internacional.
Si bien la desconfianza en las estadísticas se enfocó en la inflación desde la intervención del Indec en 2007, las dudas sobre el crecimiento del PBI tomaron un nuevo impulso durante este año. Un informe realizado por economistas de la UBA y la Universidad de Harvard muestra que desde 2008 se adulteró la forma de medirlo. Y por elevar la cifra, el país pagará unos u$s4000 millones más de deuda en 2014.
Incluso el director técnico del Indec, Norberto Itzcovich, anunció que en el primer trimestre de 2014 cambiará la base de cálculo de crecimiento. "Estará la nueva base del PBI y se publicará un inédito volumen de información", adelantó. Ese mismo día, los cupones atados al crecimiento cayeron con fuerza.